El ex presidente Felipe González afirmó ayer que José María Aznar, pese a ser el presidente del Gobierno, no es «nadie» ni representa «nada», y que el grupo dirigente del PP «está absolutamente vacío de contenido». En un mitin multitudinario en Barcelona, con 30.000 personas según el PSC, González señaló que Aznar «se está poniendo nervioso porque la ola (socialista) le está subiendo hasta el bigote». Como ejemplo citó una frase del presidente del Gobierno acerca de que el líder socialista ya no es nada ni representa a nadie.
«Tiene razón. No es grave que uno que ha sido presidente de Gobierno durante 14 años se retire, dé un paso atrás para apoyar a otros candidatos. Lo grave es ser presidente del Gobierno y no ser nadie ni representar nada». Insistió en su idea de identificar al PP con «la carcoma» de la democracia, que, «como la termita, no se nota, pero cuando se ve, ya se está cayendo», y agregó que la cúpula del PP nunca ha tenido ideas propias, «está absolutamente vacío de contenido». Contraponiendo al partido hoy gobernante con el estilo de transición liderado por Suárez, añadió que «el PP no ha recuperado nada para España, salvo el resentimiento».
Tras su intervención, subieron al escenario buena parte de los candidatos del PSC a las elecciones municipales y europeas para saludar al público asistente. Con ellos subió también José Borrell, ex candidato a la Presidencia del Gobierno, que ayer realizó su segunda intervención pública en la campaña, aunque sin llegar a tomar la palabra.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, acusó por su parte en Zaragoza al PSOE de «poner palos» al proyecto del desarrollo de España y «no aceptar» los buenos resultados del PP en las instituciones simplemente «porque no son ellos los que están» y tienen «ganas de hacer daño».
Ante más de 10.000 personas, Aznar criticó la política del «resentimiento» y el «rencor» de los dirigentes socialistas que «hasta hace poco no paraban de hablar de renovación» con las elecciones primarias y ahora, «no hacen otra cosa que hablar de un pasado» que, aseguró, «no volverá».