El ex presidente del Gobierno socialista, Felipe González, propuso ayer un «pacto de Estado» para frenar los nacionalismos regionales y evitar «la desagregación de España». Un pacto de Estado entre los partidos democráticos es «imprescindible». «Así se acabaría este festival que está convirtiendo en irreversible el proceso de desagregación de España», afirmó González en una entrevista publicada en el diario «ABC». «Un pacto de Estado que pusiera límites claros» a las reinvindicaciones de los nacionalistas vascos, catalanes o gallegos para que los derechos de los ciudadanos que no se sientan nacionalistas en esas regiones sean defendidos, destacó. De otra parte, González advirtió al Gobierno del PP que tiene una serie de «problemas que aflorarán dramáticamente» en la Agencia Tributaria y en Telefónica, aunque no quiso precisar cuales eran. Además, aseguró que ya tiene un candidato pensado para presidir el PSOE cuyo nombre hará público cuando se celebre el congreso de su partido.
Sostuvo que el problema «no es el lino, los aeropuertos, ni
Iberia», sino la Agencia Tributaria, «aunque todavía no se
vé».
Consideró también que la campaña electoral está discurriendo «muy
bien» para los socialistas y, al ser preguntado por los periodistas
aseguró que «el abuelo cebolleta está cansado» y les instó a
retirarse porque «luego Arenas Movedizas -en relación al secretario
general del PP- dice que yo quiero estar presente en las cámaras».
Ironizó con algunas declaraciones del PP, imitando su voz, al
recordar que los populares «no saben hacer más que insultar desde
1990» y recordó la manifestaciones de Luis María Anson y la frase
de «¡Váyase señor González!»