El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, fue incluso más lejos y advirtió al Gobierno de José María Aznar que si respalda estos criterios, su formación hará extensiva la ruptura con el Ejecutivo del PP. La reacción de Interior no se hizo esperar. En un comunicado, aseguró que Mayor Oreja no pronunció estas palabras y reprobó la actitud del líder peneuvista por emitir juicios basados en «falsedades y mentiras».
«El PNV rechaza a este caballero y rompe toda relación con él, y pregunta al Gobierno y al señor Aznar si respaldan estos criterios, porque si más allá de ser un lapsus del ministro del Interior, obsesionado con su propio fracaso, sea una política de Gobierno la que responde a estas palabras, tendríamos que aplicar respecto a ese gobierno el mismo criterio», subrayó Arzalluz.
El dirigente del PNV leyó las declaraciones realizadas por Oreja según se recogían en la prensa «no sospechosa de manipular al ministro» en las que asignaba a la Guardia Civil «la obligación democrática de defender España del frente nacionalista». «Las armas de la Guardia Civil no son ni las ideas, ni la pluma, sino el CETME, la pistola y el subfusil», remachó.
A juicio de Arzalluz, las supuestas afirmaciones de Mayor Oreja suponen la negación a defender cualquier idea democrática, y son la «liquidación» por parte del ministro del punto 8 del Pacto de Ajuria Enea.
En este sentido, el presidente del PNV subrayó que el pacto de apoyo parlamentario firmado entre el Gobierno de Ibarretxe y EH supone precisamente la consecución del contenido del citado punto. «Y cuando sucede ésto, nos echa a la Guardia Civil», señaló, para indicar a renglón seguido que no quería pensar «que el señor Oreja está reformando la Constitución por su cuenta». El presidente del PNV atribuyó la postura de Mayor a una forma de ocultar «el fracaso» de su gestión, que a su juicio se centró desde un principio en encarcelar a la cúpula de ETA, meter en prisión a la Mesa Nacional de HB y cerrar el 'Egin'. «Ese era el plan Oreja para terminar con ETA y efectivamente metió a la Mesa Nacional en la cárcel, cerró 'Egin', y no consiguió capturar a la cúpula de ETA y sólo capturó a alguno».