El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, negó ayer en Maó que la decisión adoptada por Josep Borrell tenga relación con las primarias, y destacó que no debe confundirse su decisión personal, «dolorosa y triste para el partido» con el proceso seguido para su designación.
«Las primarias dinamizaron al PSOE y abrieron sus puertas a la sociedad», destacó Almunia, que evitó pronunciarse tanto sobre la sustitución de Borrell como sobre sus propias posibilidades para encabezar la candidatura que ahora se ha quedado vacía.
La cita electoral es ahora la principal preocupación del PSOE y el gesto de Borrell puede suponer un «revulsivo» para mejorar el resultado del partido en las elecciones del próximo 13 de junio, según destacó Almunia.
El secretario general del PSOE avanzó también que en la reunión que mantendrá mañana la ejecutiva se estudiará la sustitución del portavoz del grupo socialista en el Congreso, cargo que hasta ahora desempeñaba Borrell.
El presidente de Castilla la Mancha, José Bono, descartó ser uno de los posibles candidatos socialistas a la presidencia del Gobierno en sustitución de José Borrell.