José Borrell anunció hoy su renuncia como candidato socialista a la presidencia del Gobierno para no dañar la imagen del PSOE ante las elecciones del 13 de junio y reconoció «errores de apreciación» en su relación con dos de sus amigos y ex colaboradores en Hacienda, acusados de fraude fiscal.
En una declaración pública ante los medios de comunicación en la sede socialista, Borrell explicó que «no basta el cumplimiento estricto de la legalidad», y añadió que al presentar su renuncia prefiere «pecar por exceso que por defecto».
El dirigente socialista explicó también que la única relación económica que él y su ex mujer mantuvieron con sus ex colaboradores en Hacienda, Ernest de Aguiar y José María Huguet, se limitó a la compra de un apartamento y a un fondo de inversión que generó unas plusvalías de 120.000 pesetas en el año 1987. La decisión de Borrell, que se produjo anoche, fue comunicada esta mañana a algunos miembros de la Comisión Permanente de la Ejecutiva socialista, entre ellos el secretario general, Joaquín Almunia; el portavoz Alfredo Pérez Rubalcaba; el secretario de Organización, Cipriá Císcar, y el responsable de Economía, Juan Manuel Eguiagaray.
El líder del PSOE recordó que si en el pasado se le reprochó a los socialistas no responder «con prontitud y claridad» desmarcándose de comportamientos «corruptos» que afectaron a personas que algún día gozaron de su confianza, «y no quisiera que ahora la historia se repitiera. Prefiero pecar por exceso que por defecto». «En puertas de una campaña electoral, los acontecimientos que se han producido, pueden deteriorar la imagen del PSOE y de sus candidatos, y debo tratar de evitar que esto se produzca e impida a los compañeros trasladar sus propuestas», indicó Borrell, quien destacó la importancia de que el partido tenga «espacio para hacer un debate político no condicionado por acontecimientos ajenos».