Los empleados de la Oficina Nacional de Inspección (ONI) de la Agencia Tributaria en Barcelona descubrieron en la mañana del martes, al incorporarse a su puesto de trabajo, que la sede había sido asaltada por varias personas, que, según las investigaciones, entraron por la última planta, la octava, y accedieron al interior por una puerta de emergencia. Los investigadores consideran que el hecho de que no se forzara la entrada, que en los despachos no aparecieran desordenados y que sólo hubiera algunas llaves por el suelo puede indicar que el que entró no fue «a buscar cualquier cosa», sino documentos concretos.
Este hecho se produce en un momento en el que la Fiscalía Anticorrupción y la propia Hacienda han abierto sendas investigaciones para averiguar el alcance de supuestas irregularidades ocurridas en el seno del departamento, que comenzaron cuando, a raíz del caso KIO, fueron descubiertas cuentas en Suiza de dos ex altos cargos de la Agencia, Ernesto de Aguiar y Josep María Huguet, durante la etapa en que el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Josep Borrell, era secretario de Estado de Hacienda. El que fuera hasta el pasado 21 de abril jefe de la ONI, Josep Ramón Morató, presentó su dimisión a instancias de Hacienda después de que se le relacionara con el «club de inversores» del que formaban parte Aguiar y Huguet.
Las investigaciones para esclarecer este asalto correrán a cargo del juez Joaquim Aguirre, que lleva las diligencias sobre el «caso De la Rosa», ya que su juzgado es el que ayer se encontraba de guardia, según informaron fuentes judiciales. El juez abrirá diligencias previas sobre el caso, bien por robo con violencia o por hurto, en función de cómo se haya realizado la operación.