El presidente del Gobierno, José María Aznar, anunció ayer que el Ejecutivo está dispuesto a presentar ante los grupos parlamentarios un informe en el cual se fijen unas pautas generales, o un código de actuación, por el que el Gobierno, en su relación con el Parlamento, establezca «los mecanismos convenientes para cualquier circunstancia que se pueda producir en operaciones de carácter humanitario que la Alianza Atlántica pueda llevar adelante».
Aznar respondía así al portavoz adjunto de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, quien le interrogó sobre si, en el supuesto de que en la crisis de los Balcanes se pusiera en marcha una intervención terrestre, el jefe del Ejecutivo sometería dicha decisión a votación en el Congreso.
El presidente del Gobierno, que definió la intervención de la Alianza como una «operación de carácter humanitario para evitar una limpieza étnica», resaltó además que el Ejecutivo seguirá compareciendo en la Cámara para dar las explicaciones pertinentes en relación a esta crisis, y lo hará además «inmediatamente» en el supuesto de que sea necesario la intervención terrestre.
Hizo hincapié, además "ante las críticas formuladas por el diputado de IU, que calificó de «gran fraude y estafa» el que la entrada de España en la guerra no haya sido aprobada por el Parlamento", que la cuestión primordial en todo este asunto es dilucidar quién está en contra de la limpieza étnica, y quién «en el fondo justifica unas operaciones absolutamente inasumimibles por todos los gobernantes europeos». «Ese es el gran fraude, la gran estafa y la gran mentira y tendrán que dar explicaciones por ello», apostilló.
Por su parte, el portavoz adjunto de IU en el Congreso, Felipe Alcaraz, acusó a Aznar de gestar un «gran fraude político» y le advirtió que, en el caso de que haya una intervención terrestre, deberá explicar a los soldados que no sólo tienen que aprender a matar, «sino también que deben aprender a morir».