La Policía francesa encontró ayer dos zulos con armas, explosivos y otros elementos que pertenecen a ETA, en una vivienda de la localidad francesa de Ciboure, gracias a un incendio. Los agentes detuvieron a los dueños de la casa, sin embargo, la persona de la banda que se ocupaba de la vigilancia del material consiguió huir. El ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, destacó, al respecto, la importancia de este hallazgo y resaltó que se trata de una base logística utilizada por la organización terrorista.
Tras declararse el siniestro, la persona que custodiaba el armamento salió huyendo del lugar. Pero lo que llamó la atención de los bomberos que acudieron a sofocar el incendio sobre la posible existencia de armas en la vivienda fueron las pequeñas explosiones de municiones que se produjeron durante el siniestro. Estos alertaron a la policía, que al llegar al lugar, localizó dos zulos en los que se encontraban material explosivo y más de 100 armas de fuego.
Entre las armas encontradas se encuentran: lanzacohetes anticarro, un fusil de guerra MAT-49, cerca de treinta subfusiles, tubos lanzagranadas, granadas de mano, un lote de granadas artesanales, material explosivo y componentes electrónicos para fabricar artefactos y una abundante munición del calibre 9 milímetros parabellum, además de un escáner, dos ordenadores y una cámara de vídeo conferencias utilizada por ETA para hablar en directo por Internet.
Parte de los artefactos explosivos encontrados han sido destruídos por la Policía al entender que podrían haber sido dañados por el incendio y resultaban peligrosos. En el piso también se encontró documentación.
Parte de este material ha sido afectados por el incendio que se produjo al lado del cuarto de baño de la vivienda, tras estallar dos artefactos, según las primeras hipótesis, por una reacción química, probablemente debido a que estaban siendo manipulados o transportados en ese momento, según fuentes de la investigación.