Un empleo más digno para todos los españoles y poner fin a la guerra de Kosovo marcaron las reivindicaciones de CC OO y UGT en la manifestaciones celebradas ayer en toda España con motivo del Primero de Mayo.
Bajo el lema «Paz y derechos», en Madrid encabezaban el acto los secretarios generales de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, y de UGT, Cándido Méndez; también asistieron políticos como el coordinador general de IU, Julio Anguita o el secretario de Empleo del PSOE, Joan Lerma y a la que asistieron 70.000 personas, según los sindicatos, y 25.000, según fuentes policiales.
Los manifestantes portaban pancartas con lemas como «Reparto de riqueza», «Ahora, el empleo», «35 horas por ley» y «Salario social» y gritaban consignas contra la precariedad laboral y a favor de la igualdad social.
Algunos de los que llevaban carteles con eslóganes en los que se leía «Viva Rusia», «OTAN no, bases fuera» dijeron que se habían sumado al acto porque la convocatoria incluía también el conflicto yugoslavo.
En mitad de su discurso, Gutiérrez pidió «unidad sin trifulcas en el corralillo» cuando se organizó un alboroto en un grupo de personas con banderas del PCE que abucheó al dirigente de Comisiones Obreras por representar a los «sindicatos de patrón».
Méndez arremetió contra la patronal por retroceder al siglo XIX al pedir un cambio del sistema público de pensiones, el abaratamiento del despido, el recorte de los salarios y acabar con el papel de los sindicatos en la negociación colectiva.
Desde el PSOE, Joan Lerma insistió a los trabajadores en la necesidad de mantener la continuidad en las reivindicaciones al Gobierno para exigir mejoras laborales.
Por parte de IU, Julio Anguita reclamó la unidad de la izquierda para «la lucha» contra el desempleo y la desigualdad social, así como para hacer frente a situaciones como Kosovo.