El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, afirmó ayer antes de partir hacia Washington que, aunque miles de vascos participaron el sábado en la manifestación convocada por los firmantes del Pacto de Estella, «cientos de miles se quedaron en sus casas» demostrando que apuestan por la paz. Por lo tanto, para el ministro, son muchos los vascos que no se suman «al grito de independencia», y de éstos son los militantes del PP y del PSOE los que más anhelan la paz porque son los que peor viven en el País Vasco.
Según el titular de Interior, en el momento actual del proceso de paz, en la izquierda abertzale prima la «táctica política por encima de la autenticidad y de los principios», por lo que, en su opinión, la violencia callejera, como los atentados de Getxo aumentarán o disminuirán en función de las ventajas electorales que supongan para Euskal Herritarrok.
En relación a las declaraciones de los firmantes del pacto de Lizarra, que increpaban al Gobierno de «reventar el proceso de paz en el País Vasco», el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos aseguró ayer que el «proceso de paz en el País Vasco sólo lo revienta ETA». Por su parte, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia consideró que los que convocaron la manifestación de Bilbao «van más en un sentido de fractura de la sociedad vasca que de integrar su pluralidad».