En rechazo a las detenciones practicadas en el País Vasco y en Francia y en demanda de que los Estados español y francés «dejen en paz a Euskadi», unas 60.000 personas, según la Policía Local, se manifestaron ayer tarde en Bilbao, convocadas por HB. «Utzi bakean Euskal Herria» (dejad en paz a Euskal Herria) era el lema de la pancarta que abría la marcha y portada durante el recorrido por miembros de la mesa nacional de HB. Entre los participantes en la manifestación, se encontraban dirigentes de los sindicatos ELA y LAB.
Miembros de Jarrai iniciaron la marcha pasadas las 17'30 horas desde la plaza Aita Donosti y unos metros más adelante, dieron el relevo en la cabeza de la manifestación a la mesa nacional de HB. Tras ella, precedía el grueso de la manifestación una columna de familiares de presos de ETA portando carteles con fotografías de los reclusos.
Durante el recorrido, se escucharon en repetidas ocasiones gritos en favor de ETA, de la independencia para Euskadi y de la amnistía para los presos de la organización terrorista. La cabeza de la manifestación llegó una hora después de iniciada al Arenal bilbaíno, donde concluyó con el desarrollo de un acto político a cargo del portavoz de HB, Arnaldo Otegi.
De otra parte, el PNV votó ayer en contra de un comunicado conjunto aprobado en el Ayuntamiento de Ortuella contra el ataque que el viernes sufrió la Casa del Pueblo socialista de esta localidad vizcaína, que fue incendiada por un grupo de radicales. Los peneuvistas alegaron que uno de los puntos del texto, que salió adelante con los votos de PSE, IU-EB y EA, vulnera el espíritu del Acuerdo de Lizarra. El PP no votó porque fue imposible localizar a sus representantes para asistir a la sesión plenaria, aunque el secretario general del PP en el País Vasco, Carmelo Barrio, acudió a la concentración convocada después de la sesión para protestar contra el ataque. Los ediles de HB se ausentaron del Pleno.
El punto que originó la polémica es el cuarto, en el que se exige a las instituciones la «garantía y la defensa de todas las ideas políticas, y la ruptura definitiva mientras exista la violencia contra quienes practicándola utilizan y manipulan a su antojo las instituciones que tantos sacrificio nos ha costado conseguir».