Los socialistas destacaron que la comisión no es más que una «farsa parlamentaria» y que Piqué quiso que se le investigara «poco y mal». La respuesta del PP vino de nuevo de la mano del pasado. El portavoz popular de Industria, Javier Peón, tras señalar que su partido es el primer interesado en aclarar la concesión de estas ayudas, recordó a los socialistas que el PP «no dará lecciones a quienes han acreditado ser maestros», y tras dirigirse a los bancos socialistas, aludió a la frase: «Señor Rubio, míreme a los ojos».
El diputado del PSOE, Juan Pedro Hernández Moltó, fue el primero en intervenir. Indicó que la ya creada subcomisión es tan «farsa» como lo fue en su momento la de privatizaciones, y recordó sobre esta última que «a estas alturas del curso parlamentario no ha comparecido ningún presidente de empresa pública, sometiendo a esta Cámara a una de sus mayores humillaciones, porque el Gobierno del PP lo ha impedido».
Por su parte, el propio Piqué insistió ayer que ni el PP ni el Ejecutivo van a propiciar la escalada de tensión que persiguen los socialistas con las denuncias de hipotéticos casos de presunta corrupción y recordó que ya se intentó transmitir a la sociedad un clima de «fractura social» a raiz de la sentencia del «caso Marey» y se fracasó.
Piqué resaltó que lo que interesa al Gobierno es que haya un clima de «serenidad y tranquilidad», ya que es eso lo que realmente valoran los ciudadanos.
Por su parte, el secretario de Economía del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, declaró ayer que la actitud del PP demuestra que «han vuelto los herederos de la CEDA y del Movimiento Nacional, con su cutrez, su matonismo político y sus fórmulas de feroz jabalí».