Los accionistas del Banco Santander y del Central Hispano dieron ayer su aprobación al nacimiento del nuevo BSCH, fruto de una megafusión que se realiza, según coincidieron sus presidentes Emilio Botín y José María Amusátegui, «en el mejor momento».
Las juntas generales del Santander y del BCH, que se celebraron de forma simultánea en la capital cántabra y en Madrid, han convertido en una realidad al Banco Santander Central Hispano (BSCH), el nuevo líder de la banca española y latinoamericana, y el tercero de la zona euro por capitalización bursátil, 5'5 billones de pesetas.
El presidente del Santander, Emilio Botín, aseguró ante los accionistas que el objetivo de la fusión es «ser los mejores», y añadió que «para ser fuertes en Europa, hay que ser fuertes en el mercado de origen».
El presidente del BCH comentó, por su parte, que la operación, anunciada el pasado 15 de enero, dejó «estupefactos» a los bancos de la competencia, a los que deseó que «encuentren también su camino».
La anécdota de la jornada se produjo cuando un accionista del Santander, que increpó al presidente, Emilio Botín, calificándolo de «persona insaciable de poder y dinero», fue abucheado. Otro accionista le preguntó la razón por la que había dimitido su hija Ana Patricia, a lo que respondió Botín que «hay momentos en los que hay que elegir entre los asuntos familiares y profesionales».