El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró ayer que ETA «está llena de dudas y vacilaciones y desconfía de Euskal Herritarrok». Ante esta situación, la banda, a su juicio, tiene miedo a dialogar con el Gobierno y por eso aún no ha designado un interlocutor. Mayor reiteró que tras las elecciones municipales, ETA hará balance de la tregua que anunció el pasado 16 de septiembre y estudiará su capacidad de reorganización.
Mayor auguró que tras los comicios de junio ETA «estudiará su capacidad de reorganización, porque no hay un sentimiento de paz auténtico y no se ha producido el camino de conversión de San Pablo». Además, reprochó al PNV que haya optado por incorporarse al Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) dando un «salto hacia la radicalidad» y abandonando «el centro democrático», algo que valoró como «un disparate para la convivencia» y «un error político».
En su opinión, el frente nacionalista vasco, que dirige ETA y su entorno porque ha logrado vencer al partido de Arzalluz, «fracasará con seguridad», aunque «cuanto más dure, hará más daño». El ministro destacó que no es una casualidad que se haya formado un frente nacionalista en el País Vasco porque «España se está fortaleciendo de manera espontánea» y los nacionalistas son conscientes de que «se les va» la posibilidad de «desarticular España. Es una característica de algunos partidos nacionalistas» hacer de la «anti-España» su razón de ser.
Mucho más optimista se mostró Pedro Arriola, miembro del equipo designado por José María Aznar para la negociación con los terroristas, quien vaticinó que la situación en el País Vasco tenderá a mejorar.