La crisis financiera internacional ha acabado por deteriorar las expectativas de crecimiento de la economía española. El Gobierno está estudiando rebajar su previsión de incremento del PIB, cifrado en un 3'8 por ciento para 1999, ya que las turbulencias en los mercados extranjeros pueden empeorar aún más la evolución de nuestras exportaciones.
Así lo anunció ayer la secretaria de Estado de Comercio, Turismo y Pyme, Elena Pisonero, quien reconoció que la contribución negativa del sector exterior puede empeorar más allá del -1'3 por ciento previsto inicialmente, provocando así un impacto global sobre la economía que «pudiera ser de dos décimas».
Pisonero reconoció, en su intervención en el Congreso, que la crisis internacional puede hacer que el comportamiento del sector exterior será este año algo peor de lo previsto por el Gobierno, ya que su aportación negativa será dos o tres décima superior al -1'3 por ciento inicialmente presupuestado.
Señaló que la peor evolución del sector exterior «no tiene por qué traducirse en una caída de la previsión del crecimiento para el conjunto de la economía en la misma cuantía», aunque indicó que el Ejecutivo está barajando que el impacto global sobre la economía «pudiera ser de dos décimas», si bien reiteró que todo depende de la fortaleza del consumo y de la inversión interna, «que no sabemos si será más fuerte de lo previsto».