El Gobierno rechazó ayer la propuesta del presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, de reformar el Estatuto de Autonomía, para lograr un mayor grado de autogobierno, porque no existe una demanda social clara a favor de esta medida y, en segundo lugar, porque queda todavía mucho margen para su desarrollo.
Piqué opinó que esta reforma no es conveniente «ni en estos momentos ni más adelante» porque el grado de autogobierno de las comunidades autónomas y, en especial, de Cataluña, el mayor de su historia contemporánea, se tiene que seguir desarrollando a través de la acción cotidiana de Gobierno autonómico.
«Queda mucho margen y cosas que hacer, sin necesidad de plantear reformas que se puede saber como se abren, pero no como se cierran. En estos momentos no existe la más mínima demanda social en esa dirección y, por lo tanto, lo más conveniente es seguir trabajando con los marcos que disponemos, que nos están dando muy buenos resultados», indicó el ministro.