El acuerdo alcanzado entre los pescadores gaditanos que faenan en los caladeros gibraltareños y el ministro Principal de Gibraltar, Peter Caruana, permitió la noche del miércoles la salida de diez barcos pesqueros de Algeciras y ayer por la mañana de otros tantos de La Línea de la Concepción para faenar en aguas próximas a Gibraltar, sin que se registrase ninguna molestia por parte de las patrullas gibraltareñas que, no obstante, estuvieron presentes.
En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, se mostró «encantado» de la vuelta a la actividad de los pescadores españoles, pero, afirmó que el Gobierno británico «ha quedado muy desairado, por no decir rídiculo» ante el convenio alcanzado.
Matutes consideró que con el escrito, las autoridades de Gibraltar han dicho al Gobierno británico que no sólo no aceptan su acuerdo sobre las aguas "al que llegaron el propio Matutes y su homólogo inglés Robin Cook hace siete meses" y no lo cumplen "afirmación derivada de la captura del pesquero español 'Piraña' el pasado 26 de enero, cuestión que desató el conflicto", sino que, además, negocian con los pescadores otro muy similar al establecido anteriormente.
Mucho más severo se mostró a la hora de afirmar que España no tiene nada que discutir con Gran Bretaña, salvo «la integración» de Gibraltar a nuestro país y aseguró que el Ejecutivo español va a seguir trabajando para que el Peñón deje de ser «un parásito de la economía española» donde se produce operaciones de lavado y blanqueo de dinero del narcotráfico».