El secretario de Política Autonómica de la Ejecutiva Federal Socialista, Ramón Jáuregui, aseguró ayer que las siglas del PSOE «van a seguir apareciendo siempre» junto al nuevo emblema del partido (una rosa que pierde sus perfiles negros y su estructura geométrica), y que, «evidentemente, las papeletas electorales previsiblementes mantendrán también el símbolo clásico» del puño y la rosa.
«Otra cosa es "recalcó" que la imagen corporativa del partido se vaya modernizando y cobre unos aires más actualizados de cara al año 2000, aunque al mismo tiempo identifique claramente al PSOE». «No hay ninguna renuncia a nada, sino simplemente una apuesta por la modernización de nuestros signos corporativos», concluyó.
Para el portavoz de Justicia de IU, Pablo Castellano, la decisión de eliminar el puño, además de parecerle «absolutamente accesorio», viene motivado por la «lucha por el centro» que, en su opinión, mantienen PP y PSOE, el cual «ha decidido, por ello, dejar de ser rojo, para ser rosado».