El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, aseguró ayer que Catalunya está «en el buen camino» de cara a conseguir mayores cotas de poder político y que «no estamos satisfechos con lo que tenemos» , en la tradicional ofrenda que cada día de Navidad realiza en la tumba del que fue primer presidente de la Generalitat, Francesc Macià.
Pujol explicó que 65 años después del fallecimiento de Macià, «en el terreno político no estamos» donde Macià y los catalanes de hoy en día «queremos», aunque destacó que «podemos encontrar motivos de satisfacción y esperanza» para el futuro si se hace balance de los últimos 60 años que ha vivido Catalunya.
En este sentido, el presidente dijo que a Macià «le podríamos decir» el esfuerzo «colectivo» que ha realizado Catalunya para «rehacerse de una situación difícil» en la que peligró su continuidad como nación. Pujol insistió en que en este esfuerzo ni él ni nadie debe ponerse «ninguna medalla».
Así, Pujol apeló a la «autoestima y confianza en nosotros mismos» para seguir por este buen camino y señaló que, si Macià estuviese vivo, «nos diría que es necesario poner una piedra cada día para construir un país próspero» y conseguir «la continuidad y la existencia» de Catalunya como país.