Con esta decisión del Gobierno, que ha seguido al pie de la letra la recomendación del Tribunal Supremo, los condenados por el «caso Marey» verán reducidas sus condenas en dos tercios, con lo que los ex altos cargos socialistas tendrán que pasar sólo tres años y cuatro meses en prisión, en lugar de los diez años a los que fueron condenados.
Pocas horas después la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, concedió el tercer grado restringido a los ex altos cargos socialistas, que podrán salir de la cárcel los fines de semana y disfrutarán de 48 días de libertad al año.
El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, fue el encargado de hacer pública la decisión del Ejecutivo, que según explicó ha actuado con la «coherencia obligada al tomar esta decisión». Sin nombrar a ninguno de los condenados, quiso dejar claro que el Gobierno, siguiendo su comportamiento habitual se ha atenido «al Estado de derecho y al posicionamiento judicial».
Piqué negó que el caso de la antigua Mesa de HB encarcelada desde hace un año por un delito de colaboración con banda armada tenga alguna similitud con el de los condenados por el 'caso Marey', porque en el caso de la antigua dirección de la coalición abertzale no hay ninguna propuesta del tribunal sentenciador favorable a la concesión de una medida de gracia.