El Consejo de Ministros aprobó ayer las nuevas retenciones que se aplicarán a partir del 1 de enero de 1999, con la entrada en vigor del nuevo IRPF, y supondrán una rebaja media para los asalariados y las pensiones del 17'5 por ciento.
El real decreto, que desarrolla el reglamento del régimen de retenciones y pagos previsto en la Ley del IRPF, incluye como novedad una retención del 20 por ciento sobre las plusvalías de los fondos de inversión, que, sin embargo no se aplicará hasta el 1 de febrero del próximo año.
Las retenciones persiguen hacer efectiva la reducción del IRPF para asalariados y pensionistas el año próximo y adecuarlas a la reducción del nuevo impuesto, aprobado recientemente por el Parlamento.
Tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, dijo en rueda de prensa que la aprobación del citado real decreto supone la primera muestra «clara» de que el nuevo IRPF traslada a la sociedad «una bajada generalizada de este impuesto que se manifestará para los asalariados y los pensionistas a partir del 1 de enero de 1999».
El nuevo sistema de retenciones disminuirá la recaudación por el IRPF en 683.642 millones de pesetas, aunque parte de ese coste será compensado por los mayores ingresos que proporcionará el aumento de la demanda interna, de modo que el descenso real será de 538.426 millones, según calcula el Gobierno.