La empresa Balears Cambio de Tercio ha presentado una oferta para adquirir las plazas de toros de Palma y de Jerez de la Frontera por cinco millones de euros. Ambos cosos son propiedad desde hace décadas de la familia Balañá. El grupo propietario de ambos inmuebles rechazó ayer hacer ningún tipo de valoración sobre la oferta. La empresa que ha hecho la oferta gestiona ahora mismo la plaza de toros de Inca, en la que ha programado ya varios festejos, el próximo el día dos de agosto. Balears Cambio de Tercio se constituyó en noviembre del año pasado y tiene domicilio social en Madrid. Uno de sus socios es Francisco d’Agostino, empresario venezolano que reside en Mallorca desde 2019. Hace unas semanas, el empresario consiguió el embargo de los bienes de Manuel March Cencillo por la operación de compra de la finca de Son Galcerán.
El gerente de la empresa, Cayetano López explicó a este diario que se trata de una oferta que surge después del éxito que tuvo el primer festejo organizado por la sociedad en Inca el pasado domingo de ramos y en el que se colgó el cartel de no hay billetes: «Comprobamos que hay una afición que está desatendida en Mallorca». Puso como ejemplo que en Palma solo se haga un festejo al año cuando llegó a tener programados más que las Ventas. «Nosotros somos taurinos. Nuestro objetivo es quedarnos», señaló. Inca La plaza de Inca ahora miso la gestiona a través de un alquiler aunque ha llevado a cabo algunas reformas. Esa posibilidad también estaría presente en Palma, en función de las posibles autorizaciones dado que el Coliseo Balear está catalogado como Bien de Interés Cultural.
A través de un comunicado, Balears Cambio de Tercio informaba ayer de la oferta y apuntaba a que su objetivo con ella era «dar un paso firme» para afianzarse como uno de los principales actores del panorama taurino nacional y que su intención es adquirir otras plazas en la Península en esa expansión. En ese sentido, López, indicó que tanto la de Palma como la plaza de Jerez se encuentran en una situación similar: ambos son recintos monumentales con alrededor de diez mil localidades y, a su juicio, llevan años desatendidas y con poca actividad. «Eran las dos que más nos gustaban», señaló. También mantiene abierta a mantener, como ahora, el Coliseo abierto a otro tipo de eventos.La empresa, defiende, forma parte de un grupo empresarial con una visión integral, que apuesta por un modelo de gestión «moderno, sostenible y adaptado a los nuevos tiempos», capaz de «dinamizar la economía local y enriquecer la oferta cultural allí donde opera».
Con esta oferta, no solo se busca sumar dos joyas arquitectónicas y taurinas a su proyecto, sino también «liderar la transformación del sector», combinando tradición con innovación para generar valor tanto para los aficionados como para las ciudades que albergan estos históricos recintos.
López confía en que la familia Balañá acceda a la operación, dado que ya se ha desprendido de algunas de las plazas que controlaba, como la de Felanitx, adquirida este mismo año por un grupo de empresario de la localidad. En cualquier caso, la misma empresa también opta ahora a explotar la plaza de Muro.
Los Balañà están vinculados desde más de un siglo con los toros y son los propietarios, entre otras plazas de la Monumental de Barcelona, además de varios cines y teatros en la ciudad. La saga familiar ahora mismo está encabezada por María José Balañá Mombrú y por Pedro Balañá Mombrú. La familia es propietaria desde hace décadas del Coliseu Balear, construido en el año 1929.
FritzLa fiesta del cordero culmina el final del Ramadán, después de varios meses sin comer o comiendo poco matan a un cordero para celebrar el final de la ayuna (algo parecido a lo que nosotros hacíamos en cuaresma y que hemos dejado de hacer porqué lo de ayunar ya no nos gusta tanto) y, por cierto, antes de matarle no le torturan entre gritos de placer de los que gozan viendo un animal sufrir, si no que lo sacrifican y se lo comen. ¿Usted se ha comido a algun toro después de una corrida?