Los trabajadores del TIB en Baleares, organizados en el Sindicat Autònom de Transports de les Illes (SATI), mantienen firme la convocatoria de huelga ante el estancamiento absoluto en las negociaciones con la patronal. Tras más de seis meses sin avances, la plantilla ha decidido plantarse para defender sus derechos laborales y salariales.
Juan Rodríguez, presidente del comité de empresa y conductor desde hace 20 años en el TIB, señala con contundencia que «la huelga sigue al 100%» y advierte: «La patronal no se mueve, la paciencia se acaba». Rodríguez añade que no ha habido contacto con la Federación Balear de Transporte desde hace casi un mes y que esperan que la mediación que comenzará este martes con el TAMIB pueda traer algún cambio, aunque «mucho tiene que cambiar la patronal para que haya avances».
Los principales reclamos de los trabajadores incluyen un aumento salarial del 8,68% para 2025, la descongelación del complemento de antigüedad tras 17 años sin actualización y la incorporación de nuevos pluses. También demandan una reducción de la jornada máxima laboral, regulación de descansos durante la jornada, mejora del descanso semanal y facilidades para la jubilación parcial anticipada.
Además, Rodríguez subraya la urgente necesidad de modernizar el convenio colectivo, que lleva 40 años prácticamente intacto y contiene cláusulas ambiguas que provocan diferencias de interpretación entre las empresas concesionarias. «Queremos un convenio claro y actualizado para dignificar esta profesión», explica.
La patronal, por su parte, mantiene una oferta de subida salarial del 2,2% anual durante cuatro años, sin tocar la antigüedad ni otros aspectos del convenio, lo que ha sido rechazado por el sindicato como insuficiente.
La huelga está convocada para los días 18, 21 y 23 de julio con paros de 24 horas y pasaría a ser indefinida a partir del 25 si no se alcanza un acuerdo. La movilización refleja la creciente tensión en un sector esencial para la movilidad en Baleares, marcado por años de congelación salarial y condiciones laborales desfasadas.
La operación le salió más rentable a ALSA que vino a por las líneas y se llevó 160 VTC.