La evolución de los alimentos de típicos de Navidad en Mallorca está marcada por una creciente demanda de alternativas veganas a los clásicos de la temporada. A medida que más personas optan por dietas basadas en plantas, algunos productores mallorquines han conseguido recrear el sabor de siempre utilizando únicamente ingredientes vegetales. En el 2023, el 11,4% de la población adulta en España se identificó como veggie, según el estudio de The Green Revolution realizado por la consultora Lantern. Esta cifra refleja un aumento en la comunidad del 3,6% desde el primer estudio realizado en 2017, consolidando una tendencia al alza en el consumo de productos veganos.
Uno de estos productos con origen mallorquín es el redonet. Alejandro Mascarell, fundador de Bon Bessó, ha desarrollado esta a alternativa vegana al queso utilizando almendras de una cooperativa local. «Creo el producto desde cero en mi obrador, utilizando materias primas orgánicas de la Isla. Todo empieza con la deshidratación de las almendras, con las que fabrico una bebida de almendra concentrada, aprovechando al máximo el fruto seco», asegura el creador de la marca Bon Bessó. Esta 'leche' contiene un 56% de almendra, una cifra muy superior a la bebida que se comercializa en los supermercados, que ronda el 3%.
Al igual que los quesos tradicionales, su producto requiere varias etapas en su elaboración. Primero, pasa un tiempo de cuajado, al que se le añaden probióticos para generar ácido láctico. A continuación, sigue una fase de fermentación y, posteriormente, es sometido a un proceso de maduración durante dos semanas, similar al de un queso semicurado. Este último paso permite que el redonet adquiera firmeza y desarrolle toda la gama de sabores. Además del clásico, que según Mascarell «la gente dice que se parece al de cabra, pero sin colesterol ni lactosa», existen variantes del redonet con hierbas, tomate seco o tap de cortí.
Con esta propuesta, Alejandro Mascarell busca potenciar los sabores autóctonos dentro de un modelo de negocio centrado en lo local. «Yo lo veo como la evolución de una tradición, hay cuatro siglos de historia de leche de almendra en Mallorca», señala en experto. Con un punto de partida similar, basado en el compromiso con la producción natural y artesanal, Fet a Sóller ha lanzado una alternativa que comparte matices con la sobrasada. Dip i Fet es una tapenade de tomate seco, almendras crujientes, aceite de oliva virgen extra y el picante característico del pimiento Cirereta. La iniciativa de la marca surge de la necesidad de crear un producto ético con sabor mediterráneo que fuera completamente vegano.
Los aperitivos son solo una parte de la oferta vegana de los productores de la Isla. Constanza Lamura, al frente de Alubia, produce medalovers, una alternativa vegana a los medallones de carne hecha con legumbres, cereales integrales y verduras. Este producto artesanal no solo se comercializa en su restaurante, sino que también está a la venta en supermercados locales. Desde la marca, destacan que «no intentamos ser un reemplazo de la carne, cocinamos con legumbres y elaboramos alimentos reales, no ultraprocesados». Su producto, elaborado de cero en Mallorca, se somete a un meticuloso proceso que incluye la activación de las legumbres durante 12 a 16 horas, seguido de un tostado de las semillas y cocinado con verduras y frutos secos locales. Lamura tiene un objetivo claro: transmitir su amor por los animales y su respeto por la naturaleza, valores que inspiran el nombre del producto, medalovers, que combina la palabra lovers, «amantes» en inglés.