El Hospital Universitari de Son Espases amplía su protocolo de atención sanitaria a menores migrantes no acompañados y comienza a efectuar la ortopantografía como una prueba complementaria a la radiografía del carpo izquierdo, para determinar la edad de los jóvenes que lleguen a las costas de Mallorca. La prueba complementaria está en funcionamiento desde el 5 de diciembre y ya se ha realizado dos veces. Así lo han explicado este viernes el subdirector de Humanización del Ib-Salut, Gabriel Rojo; el fiscal de Menores de Baleares, José Díaz Cappa, y la directora insular de Centros y Programas de Atención Integral a la Infancia del IMAS, Magdalena Ramis.
«Quiero dejar claro que esto no es un protocolo, sino un acuerdo interinstitucional para coordinar la norma que establece el Protocolo Marco de 2014, que determina que se deben llevar a cabo las pruebas médicas que sean necesarias y adecuadas siempre con la voluntariedad de las personas y consentimiento», ha dicho Cappa. Aunque su aplicación llega ahora, el planteamiento de este proceso lleva sobre la mesa desde 2022, pero «por problemas de logística, déficit persona y material» no se puede llevar a cabo desde entonces.
Hasta la fecha, la radiografía del carpo se informaba desde el área de radiografía del hospital; sin embargo, desde ahora la lectura de las pruebas que se realizan en Son Espases y el informe posterior que se entrega a la Fiscalía de Menores corre a cargo del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Baleares. Solo se hacen estas pruebas médicas cuando existen dudas razonables para determinar si la persona es menor de edad o no por parte del personal especializado de la Policía Nacional, todo el proceso requiere autorización del joven, para la cual se le proporciona un intérprete, el número de pruebas se fija bajo criterio médico y si el individuo se niega a realizarla se puede solicitar la misma a través de autorización judicial.
«Al contar con la colaboración de la clínica forense, que cuenta con más personal, permite que los resultados tengan mayor fiabilidad», ha resaltado Cappa. Además de su eficacia, se acotan los tiempos de espera, pues aunque influyen varios factores como si la persona llega de día o de noche a la Isla, se suele tardar unos dos días en hacer todo el proceso y entregar el informe a la Fiscalía. A punto de acabar el año, 2024 se cierra con la llegada de más de 340 menores extranjeros no acompañados a Mallorca, 17 en diciembre. De estos últimos, según ha explicado Ramis ha habido dos casos de dudas a los que se le han hecho las pruebas.
En relación al porcentaje de dudas razonables para determinar la minoría de edad, Cappa ha expuesto que hace cuatro años habían muy pocos expedientes de esta índole; que el año pasado hubo 38 donde el joven resultó ser menor y 18 que fue mayor de edad; y que este año la Fiscalía ha recogido 55 expedientes en los que se determinó que eran menores y 18 en los que eran mayores de edad.