Teresa Cuennet ha sido elegida nueva presidenta del GOB, en una asamblea más tensa de lo habitual pero menos de lo previsto ante la situación insólita en la entidad ecologista de que se presentaran dos candidaturas a la presidencia. De hecho, las expectativas creadas por la existencia de dos corrientes alternativas ha hecho que la asamblea celebrada este sábado en Montuïri haya sido una de las más participativas que haya vivido la entidad, con la asistencia de unos 120 socios.
Finalmente, en la votación Cuennet se ha impuesto al otro candidato, Joan Moranta, por 80 votos a 37. Tras la celebración de una asamblea ordinaria para rendir cuentas de las actividades realizadas durante el último año, del balance económico y del presupuesto previsto para 2025, se ha celebrado una segunda asamblea extraordinaria para renovar algunos cargos directivos, entre ellos la presidencia del GOB tras la dimisión de Ramis el pasado día 6.
La candidatura de continuidad estaba encabezada por Teresa Cuennet, de 30 años y afiliada al GOB desde los 5. Durante su presentación ante el público, ha defendido la línea marcada hace un año cuando Ramis accedió a la presidencia rodeada por una junta directiva formada por 14 mujeres. Cuennet ha abogado por una transformación del GOB hacia un modelo más feminista y ecosocial, un proceso que pasa, ha señalado, por una actualización de los estatutos y del modelo de gestión establecido cuando se fundó el GOB, hace 51 años.
Cuennet había asumido la presidencia de forma interina desde la dimisión de Ramis y hasta la asamblea de este sábado. Esta línea oficial se marca como objetivo «fortalecer y ampliar la base social del GOB y su participación en el seno de la entidad, sensibilizar y concienciar la sociedad sobre los cambios necesarios para revertir los daños ecológicos, y visibilizar los ejemplos o las alternativas que nos pueden guiar a una transformación», señalaba Ramis, quien hace unos días señaló que su dimisión forma parte de una estrategia planificada en la que Teresa Cuennet pueda consolidar estos retos.
Por su parte, Joan Moranta ha defendido una revisión de la gestión actual del GOB "recuperando las delegaciones locales, que en la práctica casi han desaparecido" y la presencia en la calle con acciones propias. «La línea que lleva ahora el GOB es apoyar movilizaciones y causas de otras entidades, pero noto a faltar acciones propias y más presencia local», ha señalado.
Así, las 14 mujeres que formaban parte de la junta directiva elegida hace un año continuarán en estos cargos, y se sumarán otros nuevos entre los 16 socios que se presentaban a vocales. «Será la junta directiva más grande de la historia, con unos 25 miembros, y con una presidencia que no quiere ser presidencialista, solo la hay porque la ley obliga a que haya una persona con este cargo, pero las decisiones y la gestión la llevaremos entre todos», ha señalado la nueva presidenta del GOB.