Sabemos que la sociedad está cada vez más enganchada a las redes sociales y que las noticias falsas campan a sus anchas. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Cuando un usuario no paga por un servicio lo primero que tiene que saber es que deja de ser un cliente para convertirse en un producto. Los generadores de contenido saben que cuanto más capaces sean de retenerte en su red, más tiempo tienen para obtener tus datos y más anuncios vas a consumir. Las compañías se han dado cuenta de una pulsión humana: Somos morbosos. Eso se explica desde el punto de vista evolutivo, porque el impacto emocional nos pode en alerta. Las noticias que llaman la atención suelen ser noticias en las que la hiperemocionalidad está por encima de la descripción racional de los hechos, son el cebo para mantenerte enganchado.
¿Así se cuelan los bulos?
En realidad el algoritno es amoral, lo único que quiere es tenerte en pantalla. No busca premeditadamente la difusión de noticias falsas sino el tiempo de permanencia. Comprueba cuál es tu plato favorito, no te dice cuál es. La prensa amarilla ha existido siempre, porque busca el impacto emocional. Las secciones de ciencia no tienen tanto éxito como las de corazón o de sucesos. Las redes son un reflejo de nuestra esencia como seres humanos. No nos gusta lo que vemos pero somos lo que somos y el algoritmo nos pone frente al espejo.
Teniendo en cuenta que la edad media a la que los niños reciben su primer dispositivo móvil en España es de 8 años. ¿Estamos poniendo en riesgo a nuestros hijos?
Los arquitectos que generan las redes conocen muy bien la psique humana y en base a ello se enriquecen. Los adultos nos hemos fallado a nosotros mismos y aún más a la población infantil. Fallamos como legisladores, como compañías, educadores, medios y familiares.
Un reciente estudio de Save the Children alerta de que el 16 % de los adolescentes considera que las redes son siempre una fuente fiable de información. El dato es malo pero, ¿podría ser aún mayor?
Podría ser un porcentaje aún mayor sí. Ese estudio encuesta a la población adolescente y cuando haces una encuesta existe lo que se llama sesgo de deseabilidad social, todos en esas situaciones tendemos a responder lo que socialmente está aceptado. Quien tiene los datos puros son las propias compañías y comercian con ellos. Venden ese tipo de información.
Decía que falta legislación…
De los cinco mayores lobbies en Europa, que están intentando influir para que la normativa se relaje y retrase, cuatro son tecnológicos: Tik Tok, Meta y Google. Están presionando para que la normativa, que tiende a ser mucho más estricta (sobre todo en lo que respecta a la edad a partir de la cual la población puede acceder a determinados contenidos), se vaya posponiendo y para que sea fácilmente aplicable por su laxitud.
¿Cómo lo hacen?
Defienden el derecho de acceso a la información de colectivos tradicionalmente marginados. Argumentan que gracias a ellos la población infantil y adolescente LGTBI encuentra en las redes espacios seguros en los que compartir las inquietudes que no tienen en la vida real.
¿Desde el punto de vista sociológico se está adelantando la adolescencia?
Sociológicamente sí, biológicamente no. Los periodos de adolescencia se amplían en el tiempo. Se empieza antes y se acaba después. Otras etapas vitales también se ven alteradas como la maternidad.. La edad media del primer hijo en mujeres españolas se ha disparado. Son madres mucho más tarde. También se ha retrasado la edad media a la que se independizan los jóvenes.
¿En qué horquilla se mueve la adolescencia?
Creo que hay que diferenciar entre la preadolescencia y la adolescencia. Podemos decir que entran en la preadolescencia con 11 o 12 años, por la desgraciada legislación educativa que provoca que los infantes con 12 años tengan que dejar la escuela para pasar al instituto. A los 14 años ya podemos hablar de adolescencia y sociológicamente tenemos conductas adolescentes más allá de los 20 años.