Es uno de los puntos más conflictivos y transitados de los accesos a Palma, especialmente de lunes y a viernes y en las horas 'punta'. El ser un acceso principal a la capital mallorquina desde la carretera de Sóller, conectándola con el Camí dels Reis y el acceso al polígono de Son Castelló o Son Pacs, y tras ello ya al núcleo urbano de Palma, hace que sean miles los vehículos que por ella transitan diariamente.
Pero lo que crispa y molesta a los conductores, que deben extremar las precauciones en ese punto de la red viaria, es el nuevo diseño del tramo final desde la Ma-11 (carretera de Sóller), cuando tras el paso por Son Sardina se ha creado un nuevo acceso desde la barriada palmesana que se suma a los dos carriles que ya vienen desde la vía principal.
Pero, más allá de eso, lo que provoca situaciones de tensión e incluso algún leve 'toque' o accidente es el paso de esos tres carrilles de nuevo a los dos que rodean la rotonda, una zona 'caliente' a durante el grueso de la jornada, pero de manera concreta durante la primera hora de la mañana y a primera de la tarde, aunque el tráfico es fluido durante la práctica totalidad de la jornada laboral y académica.
Ahí, entran a la rotonda hasta tres vehículos a la vez... pero sólo hay dos carriles para tomarla, lo que hace que algunos tengan que detenerse, dar un volantazo o desviarse de su trayectoria, siendo las motos algunas de las perjudicadas por estas maniobras bruscas, siendo varias las incidencias y accidentes que se registran semanalmente en ese punto de los accesos a Palma.
De los tres carriles de salida de la carretera de Sóller se pasa a los dos de la rotonda, que continúan en dirección a Son Pacs y Palma, pero que se convierten en uno en sentido Can Valero o Son Espases y en la salida hacia Son Castelló. Aunque el foco del problema y las tensiones entre conductores se encuentra al acceder a la rotonda en sentido Palma desde Sóller, Son Sardina, Palmanyola o Bunyola, cuyos vecinos son los principales usuarios de la vía, soportando diariamente el paso de dos a tres carriles, para luego volver a rodar sobre dos en la rotonda. Algo que pocos se explican.