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El segundo enlace eléctrico entre la Península y Mallorca tendrá 390 kilómetros y una profundidad máxima de 1.613 metros

La conexión ahorrará al año 149 millones de euros y la emisión de casi un millón de toneladas de CO2

Imagen del trazado del enlace, con 390 kilómetros de longitud en su tramo submarino. | Red Eléctrica de España

| Palma |

La segunda conexión eléctrica entre la Península y Baleares será, desde el punto de vista técnico, gemela de la primera, que enlaza Sagunto y Santa Ponça, y está operativa desde 2012. El segundo enlace conectará Fadrell (Castellón) y sa Ferradura (Alcúdia) con una longitud en su tramo submarino de 389,8 kilómetros (el primero tiene 237) y una profundidad máxima de 1.613 metros (1.485 metros en el primero).

Según el proyecto técnico y el estudio de impacto ambiental elaborados por Red Eléctrica de España, la segunda conexión, al igual que la primera, se compondrá de tres cables, dos de 200 megavatios de potencia cada uno, y un tercero de retorno.

El trazado se ha decidido a partir de estudios previos de máximo detalle, teniendo en cuenta los fondos de arena y rocosos, la información geotécnica y geofísica, las áreas de pesca y navegación, la presencia de otros conexiones (comunicaciones) y las zonas de posidonia, corales y borgonias.

También hay que tener en cuenta que no es viable técnicamente que una conexión eléctrica submarina llegue a los 2.000 metros de profundidad y que deben evitarse pendientes y desniveles muy abruptos. De hecho, un tramo del segundo enlace discurrirá de manera paralela al primero.

Al ser en realidad una conexión compuesta por tres cables, la distancia mínima entre uno y otro debe oscilar entre 25 y 50 metros, pero, a mayor profundidad, esa distancia puede llegar a ser mucho mayor. Así, se ha calculado que, en la profundidad máxima de 1.613 metros, la distancia entre cada cable será de 750 metros.

El enlace estará protegido por encima de los mil metros de profundidad, siempre que los estudios técnicos así lo aconsejen. Esa protección se realizará con la cubrición de arena o rocas, según la composición de los fondos. Por debajo de los mil metros, no se considera necesaria la protección, pues ni anclas ni artes de pesca de arrastre llegan a esa profundidad. En este sentido, las anclas más largas no superan los 300 metros de profundidad.

En el caso de la llegada de la conexión a la bahía de Alcúdia, en la zona conocida como sa Ferradura, se manejaron hasta 13 alternativas. Entre todas esas opciones, Red Eléctrica ha propuesto, según sus estudios, la de menor afección a la posidonia. Esa afección ha sido cuantificada en 974,5 metros cuadrados, cuando el primer enlace supuso un impacto sobre 1.920 metros cuadrados. Es decir, la afectación del segundo enlace será la mitad de la del primero. El resto de alternativas de llegada manejadas por Red Eléctrica oscilaban entre 15.000 y 25.000 metros cuadrados.

A partir de la llegada a Sa Ferradura, habrá que establecer el recorrido terrestre hasta la subestación eléctrica de Sant Martí, cerca de la central de es Murterar, donde habrá que construir una estación conversora (como en Santa Ponça).

Según los cálculos de Red Eléctrica, la inversión de esta segunda conexión alcanzará los mil millones de euros, incluyendo baterías de almacenamiento en Menorca e Ibiza, y un llamado compensador sincro para aportar estabilidad al conjunto de la red. La primera conexión costó 420 millones de euros.

El funcionamiento del segundo enlace, que podría estar operativo en 2030, supondrá un ahorro anual de 149 millones de euros y permitirá que en muchos días del año no sea necesario generar electricidad en las Islas con combustibles fósiles, pues las conexiones y las energías renovables serán suficientes para cubrir la demanda. Red Eléctrica de España apunta que el 65 % de la cobertura media anual de la demanda eléctrica de Baleares podrá ser satisfecha con los enlaces con la Península, reduciendo costes y emisiones. En concreto, se ahorrarán al año 905.000 toneladas de CO2.

El apunte

No será necesaria una nueva red de transporte en tierra

La llegada del enlace hasta Sant Martí permitirá una distribución eléctrica hacia el resto de Mallorca sin tener que levantar una nueva red de transporte, pues ésta ya está hecha y operativa, aprovechando la infraestructura vinculada a la central de es Murterar. Si la conexión llegara al sur de la Isla en lugar de al norte, sí sería necesario construir una nueva red de transporte.

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