El pasado lunes saltaba la alarma del estado de los embalses de la Serra en el comienzo de la nueva temporada. Las reservas hídricas de Gorg Blau y Cúber se encuentran en un estado preocupante. Las imágenes de estos enclaves muestran cómo la sequía ha hecho mella en los depósitos que se encargan de suministrar agua al municipio de Palma. El embalse del Gorg Blau fue construido el año 1972, junto al de Cúber. Según Emaya, el Gorg Blau se encuentra al 27,15 por ciento de su capacidad máxima que es 7.340.000 metros cúbicos, es decir, apenas supera un cuarto de su volumen.
A pesar de las lluvias intensas durante el mes de septiembre, marcando jornadas en las que se llegó a acumular hasta 50 litros por metro cuadrado, éstas no han servido para reponer las existencias de agua en los embalses mallorquines. La media de ambos es de tan solo el 29,16 por ciento con el otoño recién iniciado, una cifra preocupante. Precisamente en agosto las cifras eran más halagüeñas. El Gorg Blau se encontraba al 34,27 por ciento de su capacidad y Cúber, al 40, lo que supone una media de reservas hídricas del 36,5 por ciento.
«Las lluvias de este mes no han tenido ningún efecto en el nivel de los embalses», condenaba el geógrafo Miquel Salamanca. Unas cifras mínimas en comparación con las de años anteriores, en las que el montante era superior al 50%. Este fenómeno de sequía ha dejado unas imágenes desoladoras en las que el agua ha perdido gran parte del terreno que otros años acostumbraba a ocupar. Por el momento, habrá que esperar a que las precipitaciones otoñales consigan reponer las reservas en los embalses, pero mientras tanto se avecina un otoño difícil.