El seguimiento de las poblaciones de peces en la Reserva Marina del Freu de sa Dragonera revela que en todas las estaciones superficiales se ha superado el umbral de 5 kg/250 m², con valores excepcionales de 31,6 kg/250 m² en el Cap de Llebeig, zona donde la biomasa ha aumentado un 900 % a más de 20 metros desde que se estableció la protección en 2016.
En las zonas de control fuera de la reserva, el valor medio es de 2,9 kg/250 m²; y entre las zonas profundas (de más de 20 metros) destaca el Cap de Llebeig, donde la biomasa se ha incrementado un 900 % respecto de la registrada en 2016, con 52,6 kg/250 m², una de las cifras más altas registradas en Baleares, ha informado la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural en un comunicado. En la estación de s'Indi (RMAE), con casi cuatro años menos de protección, la biomasa se ha multiplicado por 3,5 hasta 15,4 kg/250 m².
En cuanto al indicador de los peces más depredadores, como los meros, los incrementos son todavía más significativos: en el Cap de Llebeig, se ha multiplicado por 45 la biomasa original, con 49,8 kg/250 m², y en la estación de s'Indi, el aumento respecto de 2016 se multiplica por un factor de 6,2, con un valor actual de 11,8 kg/250 m². El director general de Pesca, Antoni Grau, considera que «los resultados se pueden considerar, en general, muy positivos», ha dicho durante la reunión de la Comisión de Seguimiento de la Reserva Marina del Freu de sa Dragonera, en el Ayuntamiento de Andratx.
La Reserva Marina del Freu de sa Dragonera es de gestión compartida con la Administración del Estado. En la reunión se han explicado los cambios previstos en la normativa de la reserva en cuanto a la regulación de la velocidad de las embarcaciones dentro del Freu y al establecimiento de una zona de alta protección en torno a los islotes dels Calafats. Grau ha explicado que la propuesta de regular la velocidad dentro de la zona de aguas interiores «parte de un acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Andratx y cuenta con el precedente que la velocidad ya está regulada en la zona de aguas exteriores».
«La medida se justifica por el grave impacto que el ruido submarino procedente de las embarcaciones provoca sobre la fauna marina», ha añadido. El seguimiento de las actividades reguladas dentro de la reserva, indica, en cuanto a la pesca profesional y recreativa que durante 2023 ha habido 328 embarcaciones registradas, que han presentado 641 declaraciones, a pesar de que solo un 16 % de las embarcaciones han declarado capturas.
Las modalidades más practicadas son la potera, la 'fluixa' y el volantín de pez de roca y de raor. Las especies más capturadas son el raor, el calamar y la vaca. El número de autorizaciones para pescar dentro de la reserva marina casi se ha duplicado en comparación con el año anterior, con 322 autorizaciones activas y 486 declaraciones de pesca recreativa desde embarcación. La modalidad de pesca más practicada es el volantín, especialmente en la captura de serranos y de pez de roca. Los meses de mayor actividad son el invierno y el otoño, posiblemente a causa de las vedas establecidas en la reserva y a la temporada de pesca del raor en septiembre. En cuanto al buceo, su práctica se concentra en el Cap de Llebeig y el Cap de Tramuntana.
En 2023 desapareció uno de los tres centros autorizados, lo que ha provocado una reducción sustancial de las inmersiones. La Conselleria de Agricultura ha recordado que las reservas marinas son figuras de conservación pesquera mediante las cuales se regulan los usos y la explotación de los recursos marinos, con la finalidad de incrementar la regeneración natural de estos recursos y conservar los ecosistemas marinos más representativos. En Baleares hay 12 reservas marinas que ocupan más de 63.700 ha. En las reservas hay más peces y son más grandes, abundan especies que escasean fuera de las reservas y se consiguen capturas más importantes, tanto en cantidad como en calidad. Además se han consolidado como un importante referente para el buceo turístico, con más de 70.000 inmersiones anuales.