La imagen fue compartida hace unos días por un usuario de una conocida página de Facebook dedicada a difundir bellas imágenes de Ibiza y desde entonces la indignación de muchos ciudadanos no ha parado de crecer. En la instantánea puede verse cómo en un tramo de acantilado de la costa de Sant Josep se han montado cuatro amplias mesas para unos 30 comensales que, sobre unas coloridas alfombras, disfrutarán de una cena. Según puede apreciarse en la fotografía, no falta en cada mesa una cubitera ni flores de girasol para dar un toque de color a este enclave, ya espectacular de por sí. También puede verse a una persona caminando por la zona que podría estar ubicada cerca de Sa Figuera Borda, según fuentes del Ayuntamiento de Sant Josep.
«Otro buscavidas a chupar de la teta de Ibiza»; «Somos una isla de especuladores, piratas, mafiosos, narcotraficantes y toda la chusma del mundo» o «los ibicencos nos estamos dejando pisotear y bien», son sólo algunos de los comentarios compartidos en redes por parte de ciudadanos muy molestos con la imagen, instando a las instituciones a actuar contra este tipo de actividades.
Un usuario comenta que «si lo hace por placer y no negocio y lo dejan limpio como estaba, no veo problema. ¡Qué amargada la gente!».
Intentando poner un toque de humor, una persona pide que, por lo menos, «no tiren los platos al agua».
Desde el Ayuntamiento de Sant Josep recordaron que, al igual que frente a otras acciones similares registradas en el municipio, inicialmente la Policía Local advierte a los organizadores a través de redes sociales o correos electrónicos sobre el incumplimiento que están llevando a cabo. Fuentes municipales reconocieron que este tipo de cenas ya se habían detectado a comienzos de temporada, aunque sobre este caso concreto no se tenía constancia.
En caso de reincidir, la Policía emprendería medidas sancionadoras contra los organizadores.
Fue a comienzos de julio, cuando en otro municipio, en el de Sant Antoni de Portmany, fue denunciada una persona que, sin ningún tipo de autorización, había instalado una carpa en la zona de ses Variades con la intención de ofrecer cenas de lujo durante la puesta de sol con diferentes servicios como catering gourmet o camarero privado, y todo por el módico precio de 349 euros. En un control rutinario, fue descubierto por los agentes locales.
Incumplimientos
Lo cierto es que esta temporada el municipio de Sant Josep ha estado en la palestra por numerosas ilegalidades registradas desde comienzos de verano. Entre ellas, la gran fiesta que Dj Diplo celebró en el mirador de Es Vedrà pese a ser un espacio protegido. El estadounidense promovió su iniciativa en redes sociales, congregando a cientos de personas durante la puesta de sol.
La Policía Local de Sant Josep se hizo cargo de la investigación sobre los hechos y los posibles delitos que se pudieran haber cometido para así actuar en consecuencia contra los organizadores y asistentes.
Las aglomeraciones en esta misma zona para ver el ocaso han vuelto a repetirse durante el verano causando todo tipo de problemas circulatorios o de venta ambulante.
Días antes de la fiesta de Diplo, un evento de Loewe celebrado en pleno Parque Natural de Ses Salines provocó también la indignación de muchos ciudadanos. El Govern abrió diligencias para investigar los hechos, organizados junto a las montañas de sal y calificados como una simple cena por parte de Salinera Española, aunque las imágenes compartidas en redes evidenciaban lo contrario.