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El desplome en la venta de viviendas castiga al Govern y reduce sus ingresos

La recaudación del impuesto que se paga por la compra de un inmueble cae más de un 7 % durante el primer semestre del año

La venta de viviendas de lujo no basta para mantener la recaudación. | H. CARTER

| Palma |

El Govern balear ya no hace caja gracias al negocio inmobiliario o, para ser más precisos, hace mucha menos caja de la que hacía apenas dos años atrás. El desplome en la venta de viviendas, con caídas que superan los dos dígitos, castiga también al Ejecutivo porque una de las principales vías de ingresos de la Comunitat está en el impuesto que pagan los ciudadanos cuando realizan una transacción inmobiliaria.

El resultado es que el Govern ha ingresado en estos primeros meses por este concepto 282 millones de euros, lo que supone un 7,52 % menos que hace un año, pero casi un 30 % por debajo de lo que recaudó en 2022, año en el que logró ingresos anuales de 812 millones de euros por esta vía.
El Govern nota este desplome en la venta de viviendas, una circunstancia provocada, básicamente, por dos factores: el elevado precio de los intereses, que ha lastrado la concesión de hipotecas por parte de los bancos, y, sobre todo, la escalada imparable en el precio de casas y pisos que alejan a los ciudadanos de comprar un inmueble.

En cualquier caso, la caída en los ingresos del impuesto de transmisiones patrimoniales no es la más acusada. El que más cae es el de sucesiones ya que este año será el primer ejercicio completo en el que no se pagará en las herencias entre padres e hijos y otros parentescos. Hasta junio, según la estadística del Govern, la recaudación fue de 52 millones de euros, lo que supone un descenso de 24,4 millones en términos absolutos, es decir, un 32 % menos en términos relativos.

Por oposición a estos dos impuestos que caen, el que sube de manera singular en los seis primeros meses del año es el impuesto turístico. Los datos no son significativos porque la recaudación final, que se hace por módulos, se conoce con más exactitud a finales de año, pero de entrada ya se nota una ligera subida: en 2023, el Govern había recaudado 27,9 millones de euros hasta junio con la ecotasa; la cifra es de 37,3 millones este año, lo que implica un aumento del 33 % más con respecto al ejercicio anterior.

La caída global en la recaudación de los impuestos que gestiona el Govern es de 5 % con respecto al año pasado, pero el Ejecutivo empata en ingresos ya que este descenso se compensa con un aumento en los ingresos por IVA y, sobre todo, por IRPF. En los seis primeros meses del año ha recaudado 803 millones, lo que supone un aumento de casi un 13 %. En total, el Govern ha ingresado 2.428 millones en impuestos en el primer semestre. Estos datos servirán para hacer una primera aproximación de por dónde irá el presupuesto del Ejecutivo del año que viene. El vicepresident del Govern Antoni Costa, ya sabe que recibirá 4.000 millones del Gobierno central para cerrar las cuentas y ahora deberá completar la cifra con la estimación de ingresos que llegan de los impuestos que gestiona.

De todas formas, el problema del año que viene para cuadrar los presupuestos puede que no esté en el capítulo de ingresos, sino en el de gastos. El Govern ha puesto en marcha iniciativas, como la carrera profesional, los complementos a los funcionarios y las ayudas para el cheque bebé, que suponen un importante aumento de gasto. El Ejecutivo ha anunciado, además, que su intención es comenzar a hacer inversiones en transporte a partir del año que viene, por lo que necesitará ingresos y la AIReF, entidad que vigila a las administraciones, ya le ha avisado de que se está pasando en el gasto.

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