El Hotel Four Seasons de Formentor se ha inaugurado finalmente este martes, después de que el acto se cancelara la semana pasada por culpa de la DANA. El estreno oficial del hotel ha contado con la presencia de autoridades públicas de Baleares, entre ellas, el conseller de Turisme, Cultura i Esports, Jaume Bauzà; el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés; el conseller insular de Turisme, José Marcial Rodríguez o el alcalde de Pollença, Martí March.
El establecimiento es el segundo de la cadena canadiense en toda España (el otro está en Madrid) y abrió sus puertas a los primeros clientes tras un largo proceso de reconversión del anterior mítico Hotel Formentor de Barceló. Su oferta está dirigida al cliente de lujo, preferentemente de origen norteamericano: un total de 110 habitaciones con precios de hasta 1.200 euros la noche por habitación dependiendo de las fechas.
Después de una inversión de 165 millones por la compra del Barceló y más de 100 millones de euros en la obra de reforma, a cargo de Estudio Lamela y concebida para reposicionar el establecimiento en la oferta de lujo, el Four Seasons entrará en funcionamiento en la fecha que se marcaron hace meses sus propietarios, la hotelera norteamericana y el fondo de inversión Emin Capital.
El hotel, que centrará su estrategia comercial en captar al turismo norteamericano de alto poder adquisitivo, ha iniciado su andadura con su operativa a medio gas; solo la mitad de sus 110 habitaciones estarán abiertas en un arranque que se prolongará hasta el 15 de noviembre para volver a abrir el 15 de marzo de 2025. La dirección del hotel ha tomado esta decisión con el objetivo de ofrecer «el mejor servicio posible» a sus clientes en este primer tramo de su andadura. No será hasta la próxima temporada en que entren en funcionamiento servicios como el restaurante Shima, de fusión de cocina peruano-japonesa, una heladería o una pastelería con productos mallorquines. Será entonces cuando el personal total del hotel supere los 400 empleados.
Los norteamericanos serán clientes preferentes seguidos de británicos, españoles y alemanes, por este orden. Asimismo, entre los proyectos a corto plazo está el de abrir también en temporada baja, algo que el hotel haría el año que viene con vistas además a dinamizar su actividad durante esos meses mediante la celebración de eventos de alto estanding. Un proyecto para el que ya se están cerrando las primeras citas.
La apuesta por los elementos de origen local en el Four Seasons ha sido muy marcada, según destacan sus responsables. Así, a la pastelería y la heladería con productos típicamente mallorquines que entrarán en funcionamiento en 2025, se añaden mobiliario, obras de arte y elementos decorativos en general con sello autóctono. La impronta localista, de esta manera, se extiende desde el hall hasta las propias habitaciones -de 40 a 80 metros cuadrados-, en las que todos los productos del minibar son de la Isla. Asimismo, a la piscina del antiguo Hotel Formentor, que se reservará para el uso de familias, se sumará una nueva solo para adultos.