Baleares es la comunidad con más problemas de convivencia en la playa, según un estudio que ha realizado una empresa de entretenimiento. En concreto, las Islas tienen las puntuaciones de molestia más alta respecto a turistas, fiestas en la playa, basura, muestras de afecto en público, desnudos, etc. «Muy por encima de otras comunidades que también sufren este tipo de problemas», señalan los autores del estudio. También apuntan que «cuando hacemos zoom a los datos, vemos que en concreto la basura y los turistas fuerzan al 90 % de locales de Baleares a huir de sus playas habituales y refugiarse en otras más ocultas donde no los alcancen».
En concreto, el citado estudio elaborado por la empresa Casino.org revela que la principal queja de los usuarios es la basura en las playas, que registra una media de 9,68 sobre 10 - la más alta del país - 0,40 puntos por encima de la media nacional, situada en 9,28. «Esta situación afecta a 9 de cada 10 personas en Baleares, convirtiéndose así en la punta de lanza de un problema crítico a nivel nacional», señalan las citadas fuentes.
En segundo lugar, con una puntuación media de 7,63, se encuentra el uso no autorizado de imágenes en redes sociales, donde los bañistas aparecen en fotos y vídeos de terceros que publican sin consentimiento. La tercera preocupación es la falta de consideración de algunas personas al realizar acciones que levanten arena, tales como correr o sacudir la arena de la toalla obteniendo una media de 7,58. La encuesta también señala que el Archipiélago balear se encuentra entre las regiones con más quejas de fiestas en la playa, ya sean organizadas por turistas o por locales, con una media de 7,05.
Masificación turística
El malestar por la masificación turística también está latente en el citado estudio; exactamente, se quejan el 56 % de los encuestados, el porcentaje más alto de todo el país. «Estos datos subrayan una creciente insostenibilidad en la convivencia en las playas baleares, que presentan la peor puntuación del país, con una media comunitaria de 6,36 sobre 10, un 7 % superior a la media nacional». Según el psicólogo y profesor de intervención sociocomunitaria, Joan Gea, «esto se debe a la teoría de la identidad social, que indica que un grupo de personas que no pertenece a nuestro entorno más directo puede ser visto como un grupo invasor y, por tanto, como una amenaza».
En este punto, expone que «la problemática de Baleares es una cuestión de espacio, identidad e insularidad. La llegada masiva de turistas con costumbres y culturas diferentes genera una sensación de amenaza cultural. Y ese miedo a perder lo propio genera un rechazo por parte de los locales. A esto se añade cómo el turismo ejerce presión sobre la distribución de recursos finitos como la compra de vivienda, alquileres, entre otros, y cómo estos se van haciendo más difícil de obtener para la propia población local. Un ejemplo de ello fue el problema del agua que tuvimos hace unos años en el que no bastaba para toda Mallorca».
Cabe destacar que casi el 90 % de los encuestados admite estar dispuesto a desplazarse para evitar los puntos más problemáticos y casi el 37 % prefiere compartir la playa con mascotas a niños y jóvenes. Los autores del estudio consideran que «la situación en las playas de Baleares subraya la urgencia de abordar los problemas de convivencia y sostenibilidad, con una creciente necesidad de equilibrar el turismo con el respeto al entorno y a los derechos de los bañistas. La disposición de los residentes a viajar para evitar los puntos más conflictivos resalta el impacto significativo de estas cuestiones en la calidad de vida local».