La torre de control de Son Sant Joan ha continuado desviando rutas en vuelos -es decir, sin tener que dictar aterrizajes en otros aeropuertos debido a que todavía persistían algunos núcleos tormentosos sobre Baleares en el día de hoy, especialmente en Palma e Ibiza (aeropuerto este último que ha tenido que hacer lo mismo). AENA señalaba durante la mañana que se estaba operando dentro de la normalidad y que los retrasos eran achacables a condiciones meteorológicas adversas en otros destinos o por motivos operativos de las propias compañías, aunque las pantallas reflejaban retrasos en la práctica totalidad de los vuelos.
Las explicaciones de AENA no se corresponden con la de los controladores. Beatriz González, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) en Baleares, quien en declaraciones a este periódico confirmó que en Palma e Ibiza se han estado desviando vuelos a lo largo del día de hoy para evitar los núcleos tormentosos, lo cual, lógicamente, ha dilatado los trayectos y generado más retrasos. De esta manera, la situación de hoy ha sido descrita como más bien de «tránsito hacia la normalidad». De esta manera, esa «total normalidad» a la que aludía AENA será previsiblemente recuperada el sábado.
«Lo peor de la DANA ya ha pasado y mañana ya se operará con toda normalidad», señala González para añadir que Enaire -órgano gestor de la navegación aérea en España- ya había dispuesto el miércoles los refuerzos necesarios en las torres de control precisamente en previsión de los problemas que acarrearía la DANA. «Queremos que la gente entienda que lo primero es la seguridad».
La portavoz de USCA explica que el trabajo de los controladores se ha multiplicado estos días por todo lo que implica el desvío de las rutas, las cuales deben recolocarse garantizando al mismo tiempo la suficiente separación entre los flujos de tráfico. Hacer todo esto con el volumen de vuelos que hay especialmente en Palma en pleno agosto acarrea serias perturbaciones en la operativa de las compañías. «Ese volumen de tráfico se vuelve prácticamente ingobernable», ya que «cada vuelo que se desvía requiere de muchísimas comprobaciones y comunicaciones para garantizar la seguridad».
En ese sentido, Enaire ha informado de que se está produciendo una «recuperación progresiva» del tráfico aéreo en Baleares a través de las «medidas de gestión de afluencia necesarias para garantizar la seguridad». Al hilo de las explicaciones de los propios controladores, el ente subraya que «en situaciones de alta intensidad de tráfico aéreo y meteorología muy adversa el espacio aéreo disponible para la navegación se reduce significativamente».
Así, destaca que entre las medias previstas se ha reforzado el número de controladores y se han mantenido reuniones periódicas con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para optimizar la logística adaptándola a las previsiones meteorológicas, así como con Eurocontrol.