«Les llamo al diálogo en nombre del Gobierno y de las miles de familias que todavía no han podido recuperar a los suyos. El Govern, ahora, sin la ultraderecha, debe tomar la oportunidad magnífica de no seguir avanzando en el retroceso de leyes que defienden la memoria», ha afirmado este jueves el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que ha aprovechado su visita a Palma para homenajear a las Roges del Molinar tras la polémica que generó el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne, de Vox, al romper una fotografía en la que aparecía la sindicalista asesinada por falangistas Aurora Picornell. Al acto asistieron miembros del PP, como la directora general de Relacions Institucionals del Govern, Xesca Ramis, y el conseller insular d'Hisenda de Mallorca, Rafel Bosch.
«Fueron cinco demócratas que defendieron el orden constitucional frente a los que lo rompieron con violencia; es difícil entender que un representante de la soberanía popular, que debe velar por la concordia, se haya atrevido a rajar y destruir una imagen que representa la lucha por la democracia», ha afirmado el ministro, insistiendo en que el silencio y el olvido «no caben en una sociedad democrática». «Son símbolos de lo que queremos ser como pueblo; no podemos permitir que la memoria de las víctimas y los represaliados se vuelva a poner en duda», según ha defendido la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que cuando estuvo al frente del Govern impulsó la Ley de Memòria Democràtica i de Fosses de les Illes Balears.
«Las querían condenar al olvido, pero hemos conseguido buscarlas, encontrarlas, sacarlas de la fosa y devolverlas a sus familias para poder homenajearlas», ha celebrado, porque en Balears se han exhumado más de 300 cuerpos. También ha reivindicado que la memoria está en las escuelas y las universidades para que los jóvenes «aprendan y no repitan los errores del pasado» y puedan difundir esos conocimientos de la historia. Por ello, ha pedido a la presidenta balear, Marga Prohens, que no continúe tramitando la modificación de la ley, como le presionó a hacer Vox, ahora que han roto su pacto.
«Pilar Sánchez Llabrés era madre de cuatro hijos y una activa militante del PSOE que vendía pan en la Plaza Major que se distinguió por defender a la clase obrera y a la mujer. Tras el golpe temió por su vida y se ocultó. A su marido le torturaron, pero no lo dijo donde estaba; aun así, la denunciaron y la llevaron a Sencelles, donde la violaron, la ataron a un coche y la arrastraron para finalmente meterle cinco tiros. Esta es la realidad y hay que tenerlo claro para explicársela a los que la quieren reescribir la historia y a los que lo toleran». Así de contundente se ha expresado el historiador Manel Suárez, del Col·lectiu Recerca, que ha explicado que en las causas judiciales de esa época se narra todo lo que hicieron los asesinos de Pilar.
«Se creían impunes y se jactaban de lo que hicieron», ha apuntado, recordando que solo en Mallorca fueron asesinados casi 2.000 hombres y 20 mujeres. «Murieron por defender la libertad, porque fue una generación que creyó en la política para poder ganar un futuro que solo fue superado por la brutalidad y la fuerza de las armas», ha señalado, insistiendo en que olvidar y negar estos sucesos es «infame». «A nada bueno nos llevará reescribir una historia negra que nos debería avergonzar y que no nos aporta nada como sociedad», ha concluido.