Ante los datos de elección de lengua de la primera enseñanza (3 años) en Baleares, con una amplia mayoría del 78,5 % que se ha decantado por el catalán, la Obra Cultural Balear (OCB) ha destacado que «las familias no se han dejado engañar por la confusión generada por el Govern en esta cuestión, creando problemas donde no los había, ni se han dejado arrastrar por el ruido provocado por la extrema derecha y grupúsculos afines que, espoleados por el odio a nuestra lengua, sólo buscan romper la convivencia y la cohesión social».
De este modo, la OCB ha celebrado que casi el 80 % de las familias opten por el catalán como lengua de primera enseñanza de sus hijos, sea cual sea su idioma materno o inicial.
En esta línea, la OCB ha exigido al Govern que «retire el plan de segregación lingüística en la Educación Primaria para el curso 2024-25 y que renuncie definitivamente a implantarlo en la Educación Secundaria en el 2025-26, y que destine el dinero presupuestado para ello a necesidades reales de los centros educativos».
«Insistimos en que el plan de segregación para Primaria es ilegal -y por ello lo tenemos recurrido ante los tribunales-, ha fracasado -sólo un 3 % de los centros, todos ellos privados concertados, se ha adherido-, no figuraba en el programa electoral del PP -siendo un fraude para sus votantes- y fue perpetrado para satisfacer las exigencias de la extrema derecha antimallorquina, que ahora ha retirado su apoyo al Govern. Por tanto, ya no valen excusas», ha destacado la entidad.
Por su parte, la Assemblea de Docents ha señalado que los datos de elección de lengua de la primera enseñanza «evidencian el apoyo mayoritario de las familias de las Islas al modelo lingüístico escolar propio y demuestran que las prioridades de la Conselleria d'Educació durante este primer año de legislatura han estado completamente desenfocadas. Pedimos una vez más que los esfuerzos en materia educativa se centren en problemas reales y respondan a criterios pedagógicos y no a obsesiones ideológicas».
La Assemblea de Docents recuerda que «los alumnos no pueden ser segregados por cuestión de lengua y que la elección lingüística sólo está reconocida para la primera enseñanza, lo que implica una atención personalizada de entre 6 y 16 horas semanales con recursos propios de los centros educativos que en ningún caso puede ser resuelta con mecanismos de segregación».