El 22 de junio de 1930, Caterina Tomàs i Gallard (Valldemossa, 1531) fue declarada santa por el Papa Pío XI, culminando así más de tres siglos de gestión para canonizar su figura, muy destacada en la cultura popular y de la Isla. Es, de hecho, la única santa mallorquina y este año se cumplen 450 años de su muerte.
Por eso, la Rambla viajará hasta 1930 tras instalarse un arco de triunfo inspirado en la estructura que se colocó ese año en la plaza de Santa Magdalena por la canonización de Catalina Thomàs. Un acto emotivo que llenó Palma de fieles procedentes de todos los municipios para recordar a la religiosa. La colocación de arcos era toda una tradición, ya que se alzaban cuando se conmemoraba una efeméride o había una fiesta especial. La última vez que se documentó un arco con estas características fue en 1936, y desde ese momento no se había vuelto a recuperar esta tradición, hasta ahora para celebrar su muerte.
«Hemos querido recuperar esta tradición del arco cuando se celebra el 450 aniversario de Santa Catalina Thomàs, que ella está muy arraigada en nuestra historia, nuestra cultura y raíces. La gente que pasee por aquí, podrá saber las fechas más importantes de la religiosa», explica la consellera de Cultura i Patrimoni, Antònia Roca a este periódico, que ha visitado la colocación. Esta estructura, de seis metros de alto y seis de ancho, se ha construido con madera, a fin de replicar el mismo monumento que el de 1930. Cuenta con ocho pilares que sostienen el entablamento.
El arco no solo representa un momento muy importante en la historia mallorquina del siglo pasado, la canonización de la única santa mallorquina, sino que además este monumento sostiene ocho efemérides esenciales de la vida de la santa, como su nacimiento, su entrada en clausura, su profesión monástica o su muerte, entre otras fechas.
«La santa es una figura que ha estado presente en toda la Isla, pero todavía hay mucha gente que no sabe quién es. Por eso pensamos que recuperar el arco del triunfo sería algo que vería mucha gente», reconoce la consellera insular, quien recuerda que esta instalación se enmarca en los actos de la Beata, entre ellos una exposición en Valldemossa que plasma la devoción del municipio por la santa.
Santa Catalina Thomàs es recordada como una religiosa trascendental y mística del siglo XVI. En 1555 entró en la orden de Canonesas Regulars de San Agustí y dedicó su vida a la oración. Son muchos los historiadores que todavía recuerdan los «milagros» que se reconocen de esta santa cada vez que pasaba con el carro triunfal. Una fiesta que se celebra cada tercer sábado de octubre desde 1792 con motivo de la beatificación de Catalina Thomàs.
De hecho, el próximo paso que dará el Consell de Mallorca será la restauración total del Carro Triunfal de la Beata, que este año se celebrará el 19 de octubre y coincidirá con la retirada del arco de triunfo para así clausurar un año lleno de celebraciones y actos simbólicos por la santa de la Isla.