Varios centros de estética Único están cerrando de forma abrupta en diferentes puntos del país. Sin embargo, los locales ubicados en Mallorca no se han visto afectados por el momento. El pasado martes, FACUA denunció la situación que ha encendido las alarmas entre los clientes de la franquicia, ya que muchos de ellos tenían citas pendientes que ya habían pagado y se sienten estafados.
«Nosotros seguiremos adelante», comentan desde el centro de depilación láser Único situado en el Fan Mallorca Shopping, donde no han recibido ninguna noticia sobre un posible cierre del local. Son «franquiciados» pero aseguran que «no corren peligro». El resto de negocios que pertenecían a la franquicia se encuentran en Porto Pi y Alcampo, pero ambos se han «desvinculado de Centros Único hace meses y ahora somos independientes», explican. A pesar de la tranquilidad transmitida en Baleares, desde Consubal aconsejan que «los clientes intenten adelantar sus consultas por lo que puede pasar».
Otras zonas de la península no están corriendo la misma suerte que Mallorca. En lugares como Canarias, Zaragoza, Jérez, Córdoba y Cantabria se están cerrando estos centros estéticos sin previo aviso. Miles de clientes se han visto golpeados directamente por esta situación, ya que tenían citas o tratamientos pagados antes del cierre. Por este motivo, la indignación es total y reclaman la devolución del dinero.
FACUA, que avisó hace un mes de la posibilidad de que un local en Córdoba cerrara sus puertas, se pronunció el pasado martes. Culpan al Gobierno de Pedro Sánchez por no modificar la normativa para preservar los derechos de los consumidores en este tipo de negocios y exigen un seguro de responsabilidad civil. Además, se han dirigido a los miles de afectados para explicarles que pueden recuperar su dinero.
La Organización de Consumidores y Usuarios también facilitó información consumidores sobre cómo reclamar ante los cierres de clínicas y centros de estéticas. Aconsejan recopilar y guardar toda la información sobre su vinculación con el centro, ponerse en contacto con la clínica a través de una reclamación por escrito, reclamar a los Servicios de Consumo por los perjuicios del cierre, presentar una reclamación a las Autoridades Sanitarias de la comunidad autónoma en caso de mala praxis y dirigirse por escrito o de forma fehaciente al departamento o servicio de atención al cliente de la entidad financiera.