Segundo de los juicios por la oleada de denuncias por delito electoral que siguió a las últimas elecciones autonómicas y municipales. La reiterada incomparecencia de ciudadanos llamados a formar parte de las mesas provocó que la Junta Electoral remitiera más de cuarenta casos a la Fiscalía y ésta presentara otras tantas denuncias por delito que ahora comienzan a llegar a juicio.
La que hoy se sentó en el banquillo de los acusados fue una mujer de 52 años que había sido llamada a integrar mesa como vocal que sí apareció en el colegio pero se marchó poco después de las ocho de la mañana. La excusa que dio en el juicio fue que le permitieron irse una vez que la mesa había quedado constituida y que tenía un problema en un ojo. El problema para ella, como apuntó el fiscal es que no tiene ninguna certificación médica que justificara su inasistencia, no la presentó en la junta electoral y no dispone de ningún tipo de documento que acredite quién le permitió marcharse del colegio en Palma sin llegar a intervenir en el proceso electoral.
Así, el fiscal mantiene para ella una petición de condena de 15 meses multa con una cuota diaria de doce euros para un total de 5.400 euros mientras que su defensa reclama su absolución al entender que sí cumplió con su obligación de comparecer en el colegio electoral.
La anterior mujer que fue juzgada por un delito similar fue absuelta. En su caso lo ocurrido fue un error y esta persona sí ejerció como vocal de mesa electoral, pero no en la que había sido llamada tras el sorteo. Su justificación fue que se había «aturullado» y que por eso se sentó en una mesa diferente. Sin embargo sí pudo acreditar que había ejercido de forma real la función y fue finalmente exculpada.
El resto de los denunciados por delito electoral desfilarán en las próximas semanas por los juzgados de lo Penal de Palma. En fase de instrucción solo han quedado exculpados los que han podido acreditar la existencia de una circunstancia de causa mayor que amparara su ausencia de la cita electoral.
Después de cada convocatoria, de forma ocasional se producían imputaciones por delito electoral, sin embargo era algo relativamente poco frecuente. Sin embargo, los problemas con las constituciones de mesas se multiplicaron en las últimas citas y la junta electoral optó por un criterio más severo que en ocasiones anteriores. La pena, en cualquier caso es de multa.