Al mal tiempo buena cara. Es el refrán que se han aplicado algunos de los trabajadores del aeropuerto de Son Sant Joan que se han visto sorprendidos por la gran tormenta que ha caído sobre Palma este martes por la tarde. Ante las dificultades operativas del aeródromo mallorquín y la imposibilidad de poder desarrollar sus tareas con normalidad un empleado ha protagonizado un divertido vídeo en la gran 'piscina' en la que se ha convertido la zona exterior de la terminal. El chapuzón entre sonrisas de un operario de handling es sin lugar a dudas una de las imágenes del día que contrasta con los problemas que han sufrido otros usuarios.
«No esperes a que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia», reza la frase que impregna camisetas y tazas invitando a reflexionar sobre la vida, que está llena de adversidades pero que también contempla la posibilidad de elegir cómo reaccionar ante ellos. La tormenta ha trastocado los planes de los propios trabajadores y uno de ellos se ha decidido a grabar para tener el recuerdo de un día en el que la pista de Son Sant Joan y diferentes lugares han llegado a tener más de 50 centímetros de agua hasta el punto que ha sido capaz de sumergirse por completo tras dejarse caer de espaldas.
Los 53 litros de agua por metro cuadrado, de los que 43,8 litros han caído en sólo una hora, han sido el detonante de la situación que han multiplicado el desorden en el aeropuerto de Palma. Los accesos y los vuelos se han visto condicionados por la tormenta, que, entre el malestar que ha generado entre muchos usuarios y trabajadores, también ha tenido espacio para imágenes divertidas como la protagonizada por este operario con un chapuzón que escenifica la dimensión de las inundaciones que han afectado al aeródromo de Ciutat.