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Cien años de compromiso y lucha social

La Fundació Patronat Obrer, entidad que vela por los más vulnerables, afronta retos de futuro encaminados a paliar el cambio climático

Formadoras en peluquería, el primer curso que tuvo la entidad. | Ultima Hora

| Palma |

«En estos 117 años, la Fundació Patronat Obrer se ha forjado como una entidad cuyo único objetivo ha sido estar al lado de la gente más pobre», defiende Catalina Serra, el alma mater de la entidad de la que es presidenta desde 1996. Patronat Obrer tiene un compromiso social al que no piensa renunciar a pesar de los nuevos tiempos que llegan.

La entidad se está adaptando a los retos del futuro, y por ello está trabajando para ofrecer más formación enfocada a la restauración y en nuevas tecnologías. Además, anuncian un proyecto que contribuirá a paliar el cambio climático, uno de sus objetivos, a través de la incorporación de placas fotovoltaicas «para ayudar a las familias más vulnerables de la zona a que se conecte a esta energía limpia y económica», explica Serra.

La historia del Patronat Obrer es única en la Isla. Nació en 1907 de la compañía Sant Josep. A principios del siglo pasado, había una necesidad económica y educativa brutal entre la población obrera. Los primeros pasos de la entidad fue crear un espacio formativo en horario nocturno para estos trabajadores. Poco a poco, debido a la situación pobre de muchas familias, en el Patronat se crearon sindicatos «con el objetivo de ayudarles en todo», explica Serra. La incorporación de duchas para las personas que no disponían de este servicio en sus hogares o incluso un banco de leche materna fueron otros avances que incorporaron durante las primeras décadas.

El primer edificio de la Fundació estuvo emplazado donde hoy se encuentra Urbanisme del Ajuntament, en Avingudes.

Sin embargo, la pobreza se incrementaba más y más. La Fundació tenía ubicada su sede donde hoy está el edificio de Urbanisme del Ajuntament, en las Avigundes. Pero su traslado al Polígon de Llevant fue clave para consolidar sus servicios en uno de los barrios más amenazados por la crisis y la pobreza. «Yo recuerdo de mis inicios en Patronat que venían niñas de familias desestructuradas. El primer taller que ofrecimos fue peluquería. Acudir a nuestra entidad era, para ellas, estar en familia», cuenta Serra.

«Patronat Obrer es una entidad cuyo único objetivo es estar al lado de la gente desfavorecida», asegura Catalina Serra.

Pioneros

El primer referente de la Fundació fue Guillem Vives, un pollençí de la Compañía de Jesús. Décadas después, el padre Enric Ventura cogería el relevo. Durante un periodo breve hasta principios de los 90, el Patronat estuvo a un paso de cerrar sus puertas. Sin embargo un ex jesuita llamado Gonzalo Fuster retomó el espíritu que guia a la entidad desde sus orígenes. De 1996 hasta el momento, Catalina Serra lidera el proyecto.

El alcalde de Palma y Catalina Serra en una visita oficial a la Fundació.

Los pasos de la Fundación han sido pioneros en la Isla. Por ejemplo, fue la entidad que sacó adelante la primera acción deportiva de baloncesto en los años 40. Además, el Patronat Obrer fue el artífice de Els Trencadors, grupo de excursionistas hoy conocidos como los escoltes. También se forjaron como la entidad pionera en los voluntariados sanitarios: «En 1956 no había Seguridad Social, así que contábamos con grupos de médicos que pasaban consulta semanalmente y gratuita a colectivos vulnerables». La formación ha sido clave en el desarrollo de una entidad que ha marcado el camino a mucha gente. Hoy, «más que nunca», Serra defiende su papel.

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