Silvia Congost, psicóloga especializada en relaciones y autora de 'Diario de una Ruptura', su última novela, llega por primera vez a Palma para estrenar su evento ‘Objetivo Amarte', que tendrá lugar el próximo 12 de mayo en el Conservatori Superior de Música.
Su libro, parte de su experiencia personal, ¿se podría decir que escribirlo formó parte de su proceso de sanación?
Viví una experiencia parecida a la que explico y en ese proceso, como siempre hago, escribí mucho. Mientras lo hacía pensaba, «algún día haré algo con estos textos» y sentí que había llegado el momento y le quise dar forma de novela para que fuera contado de otra manera.
¿Cree que sólo existe una forma correcta de acabar una relación?
— Como profesional, no tengo ninguna duda de que eso de que un clavo saca otro clavo es una gran mentira totalmente contraproducente. Lejos de ayudarnos a estar mejor y avanzar, nos impide que fluyamos de forma correcta en el proceso de duelo. Hay que permitirse sentir el malestar de cada etapa para así ir comprendiéndolas y trascendiéndolas. Buscar otras personas para olvidar a o para no sentir, es poner un parche pero la herida sigue estando debajo.
¿La persona que deja pasa por un proceso también?
— En la mayoría de los casos sí, sin duda. Dejar a alguien que sabes que quiere seguir contigo puede ser duro y angustiante. A menos que carezcas de empatía, lo pasarás muy mal porque sentirás culpa al pensar que la otra persona va a sufrir debido a tu decisión, miedo, ante la idea de estar cometiendo un error que puedes lamentar en el futuro y pena, al ver el sufrimiento del otro. Son emociones frecuentes cuando vivimos una situación de este tipo, que nos acompañan y pueden hacer que lo pasemos mucho peor, pero creo que lo importante es saber que están ahí y que hay que tratarlas con cariño, pero sin dejar que nos dominen, nos paralicen o nos hagan tomar una decisión equivocada. Es importante que tengamos claro que ante una ruptura, no hay ni culpables ni víctimas.
¿Es peor dejar o que te dejen?
— Lo que hace que una situación sea peor o más dolorosa que la otra, no es tanto la situación en sí sino las herramientas, la consciencia y la madurez emocional de quien lo viva. Cuando uno es capaz de comprender la situación, de ver qué es lo que necesita y de esforzarse por hacer lo más adecuado, aunque le cueste, avanzará más rápido. Sufrir, se sufre siempre si hay sentimientos, pero se trata de transitar ese dolor lo antes posible.
¿Hay una manera ‘buena' de dejar a alguien?
— Sí, aunque «buena» no significa que duela menos o guste más. Si te dejan y no quieres, vas a pasarlo mal. Pero hay detalles como que la otra persona sea muy clara con su decisión sin dejar lugar a la esperanza con comentarios tipo «bueno, ya veremos». Eso, nos impide avanzar y asumir la realidad de lo que ocurre. Otra cosa buena es decirle claramente a la otra persona «ya no te quiero como pareja».
¿Saltar de una a otra relación es un error?
— Es muy importante quedarse solo tras una ruptura, entendiendo como solo, soltero. No significa que debamos aislarnos del mundo. Está bien hacer actividades, pero siempre manteniendo la relación con nosotros mismos como prioridad, aprendiendo a estar solteros, sin implicarnos emocionalmente con nadie. Está más que comprobado que cuando uno ha aprendido a estar bien sin pareja, es cuando más probabilidades tiene de que la siguiente relación le funcione o le haga sufrir menos.
¿Existe algún modo de que los traumas generados no condicionen una nueva relación?
— Sí, por supuesto. Realizando un proceso terapéutico para sanar las heridas que hayan quedado, que no se podrá hacer si no se comprende lo que ha sucedido o si no se es capaz de perdonar a quien creemos que las provocó. Es importante darnos cuenta de que todos estamos aquí para aprender y crecer con estos aprendizajes. Todos venimos de una historia que nos ha moldeado y no todos tenemos el mismo nivel de consciencia para verlo.