Construido en el año 2009 por la naviera Royal Caribbean, el Oasis of the Seas sigue siendo a día de hoy el megacrucero más grande de Europa. El buque ha iniciado este martes sus escalas en Palma y, está previsto que a lo largo de la temporada traiga a más de 100.000 turistas hasta el puerto de la capital balear.
El buque tiene 154 metros de manga y 300,9 metros de eslora. Cuenta con 2.700 camarotes distribuidos en ‘siete vecindarios' y con capacidad para alojar hasta 5.400 personas. Incluso tiene camarotes con ‘balcones virtuales' que ofrecen vistas a un mar de plasma en los espacios interiores. Dispone de 18 cubiertas y para su normal funcionamiento requiere 2.115 miembros en su tripulación.
Lejos de conformarse con su dominio titánico sobre la flota de cruceros del continente, la compañía ha invertido desde su botadura más de 165 millones de dólares para mejorar su oferta de alojamiento y de ocio. Fue el primer buque en introducir el concepto de los ‘siete vecindarios' y cuenta con su propio centro de entretenimiento con acrobacias acuáticas: el Aqua Theater. De hecho en su interior se halla el Ultimate Abyss, considerado el tobogán de agua más grande en alta mar, con una altura de diez pisos.
Para la naviera el tamaño sí importa. De hecho describe su buque como «maravilla arquitectónica» y presume de haber batido récords. En su interior tiene una tirolina de nueve pisos de altura y grandes paredes para practicar la escalada. También cuenta con una pista de patinaje sobre hielo, un campo de combate con pistolas láser que brilla en la oscuridad, y un escape room.
De entre sus equipamientos artísticos destaca el Music Hall, que cuenta con una amplia pista de baile, mesas de billar y espacios a dos niveles. El Oasis tiene restaurantes repartidos por todas sus barriadas en los que ofrece más de 23 especialidades gastronómicas.