El infortunio aéreo de los 192 jubilados del Imserso bloqueados en el aeropuerto de Palma durante dieciséis horas, llega a su fin; o no del todo, porque aunque logran salir de Palma y volar hasta Málaga, a la gran mayoría les quedará aún un largo camino hasta sus casas. Los viajeros pertenecen a diversos lugares de la comunidad andaluza y si aterrizan en Málaga cerca de las 22:30 de la noche, los de Almería, por ejemplo, tendrán que conducir hasta tres horas para llegar a su hogar; algo que les tiene todavía nerviosos y preocupados por lo que les ha tocado vivir durante este viernes. «No hay derecho, la empresa organizadora no ha llevado esto nada bien y lo que más impotencia te da es que nadie te diga nada», explica Maria José Lorenzo, una de las afectadas.
Ella ha sido una de las más madrugadoras, su despertador ha sonado a las 04:10 de la madrugada y en ningún caso, podía esperar que doce horas después, seguiría sin haber llegado a casa. Los mayores han pasado el día entre banco y banco del recinto de embarque e incluso separados, ya que el aeropuerto se encuentra en un momento de gran afluencia. «Ha habido momentos en los que no había ni un sitio libre», explican.
La compañía en la que ha ocurrido la incidencia, Iberojet, ha recompensado la larga espera con tres bonos distintos repartidos durante el día; el primero para un bocadillo y el segundo y tercero para la comida y la cena. Los afectados se han planteado incluso rechazarlos «pero somos gente mayor y encima no vamos a quedarnos sin comer», razonaba María José. Al menos, su estancia de dieciséis horas entre las puertas C41 y C43 no ha sido un ayuno.
Fuentes del Imserso confirman que la avería del avión ha afectado a seis vuelos
El avión que cubría la ruta de los jubilados debía partir a las 08:00 de la mañana de este viernes pero sufrió una avería la noche anterior. Según las fuentes consultadas, tras conocer el fallo se informó de su necesaria reparación y se marcó la vuelta a la operatividad alrededor de las tres de la tarde; aunque finalmente ha durado más de lo previsto y los pasajeros han tenido que ser reubicados en otros vuelos. El organismo responsable de los viajes de la tercera edad lamenta la situación que se ha creado y constata haber llevado un seguimiento sobre los afectados.
El grupo ha pasado en Mallorca diez días instalados en un hotel del Arenal, durante ese tiempo han realizado excursiones y han disfrutado de la isla. «La estancia la hemos disfrutado pero nos podríamos haber ahorrado esto último, hoy sí que hemos perdido el día entero». El peor momento del día, según narran, ha sido al ver el panel de vuelos y comprobar que el suyo había desaparecido. «Se han pasado el día entero diciéndonos que había una incidencia, eso ha sido todo lo que nos han comunicado».
La impotencia se ha mezclado con los nervios por la temida falta de medicación. Algunos la llevaban encima pero otros habían dejado sus medicamentos en la maleta facturada pensando en la duración de una hora del que hubiera sido su vuelo; no esperaban el desenlace posterior. En un momento dado y por la tensión acumulada, una de las viajeras se ha desmayado y la Guardia Civil se ha personado en la puerta para atenderla. En ese momento, la compañía ha ofrecido a los afectados ir a buscar su maleta y recoger la medicación pertinente. «A partir de ahí nos hemos tranquilizado y muchos han echado una cabezadita pero la mayoría no hemos podido dormir porque estábamos muy nerviosos».
Los viajeros de la tercera edad han comenzado a embarcar sobre las 20:36 de un viernes que se les ha hecho eterno, para poder salir hacia su destino, el lugar más esperado para cualquiera en la vuelta de sus vacaciones: «sólo queremos llegar a casa».