Los 60 patronos de la Fundació Impulsa han firmado este lunes la Declaració per a l'Impuls de la Productivitat a les Balears, con la que proponen un punto de inflexión en la estrategia competitiva de las Islas para cumplir con las aspiraciones de progreso y bienestar de la sociedad. Cabe recordar que estos 60 patronos suponen el 18 % del Producto Interior Bruto (PIB) y el 16 % del empleo de Baleares. La firma ha tenido lugar en la sede de OK Mobility, que es uno de los patronos.
El Patronat de la Fundació Impulsa se ha reunido con la presencia de la presidenta del Govern (y a su vez, presidenta del patronato) Marga Prohens, y del vicepresidente y conseller d'Economia Hisenda i Innovació, Antoni Costa.
Para Antoni Riera, director técnico de Impulsa, «éste es un día importante, pues el patronato ha dado un paso adelante. Con niveles de actividad y de ocupación en máximos históricos, Baleares debe rearmar su potencial competitivo, otorgando un rol activo a la productividad en el patrón de crecimiento y, por tanto, en la generación de rentas».
Riera ha incidido en que «Baleares ha crecido a base de acumular recursos humanos y materiales, y de incrementar la presión ambiental, pero no lo hace en productividad. Ese crecimiento no se traduce en una mayor renta per cápita, más calidad de vida y un mayor bienestar para la sociedad. España y Europa están mejorando su productividad, pero no así Baleares. Nuestra comunidad estaba en el año 2000 por encima de la media europea en productividad y ahora está por debajo, en el puesto 129 de las 234 regiones de la Unión Europea. Del mismo modo, la posición de las Islas en renta per cápita ha pasado de la posición 46 en 2002 a la 95 en 2019 y a la 110 en 2022. La economía en Baleares ha crecido un 30 % en los últimos años, pero la renta per cápita ha caído en un 22 %. La contribución de la productividad al crecimiento es nula».
Así, el director técnico de Impulsa ha destacado que «hay cuellos de botella que impiden ganar en productividad. El modelo de más turistas, más trabajadores y más presión sobre los recursos naturales no está evitando la pobreza y la falta de cohesión social. Hay que apostar por la eficiencia económica y dejar de ser dependientes del crecimiento del volumen. Y todo ello no se consigue con medidas sectoriales».
Antoni Riera se ha referido a «la insatisfacción en Canarias por su modelo económico y turístico, y la verdad es que hay 112 regiones europeas que crecen y generan bienestar, y Baleares hace 22 años que no lo hace».
Por su parte, Marga Prohens ha agradecido a la Fundació Impulsa que «funcione como think tank -laboratorio de ideas- con datos objetivos que las Administraciones necesitamos, desmontando discursos puramente ideológicos o no científicos. Tenemos un problema en la productividad. Estamos entre las ocho regiones europeas que más productividad han perdido. A partir de la valiente declaración de los patronos de Impulsa, hay que pasar del diagnóstico a las acciones concretas y ésa será la hoja de ruta del Govern. Tenemos ocupaciones laborales de récord, pero ahora hay que pensar en términos de productividad con una sostenibilidad ambiental, económica y social».
La presidenta del Govern y del patronato ha apostado «por una segunda revolución que no supone un cambio de modelo, sino su transformación y mejora. Hay que fijarse en las regiones europeas que no han perdido productividad y cuyas economías aportan más beneficios a los ciudadanos. También hay que evitar que la Administración sea el principal problema para la competitividad y la productividad de las empresas. A partir de la declaración de Impulsa, la productividad pasa a ser el centro de la acción pública y privada para que el crecimiento se traduzca en bienestar».