Vox no exigirá las actas a la ya exportavoz del grupo parlamentario en Baleares Idoia Ribas y los otros dos diputados que han renunciado a sus cargos en la dirección del grupo, al tiempo que ha enmarcado la delegación de estas responsabilidades dentro de la «normalidad». Junto a Ribas, han dimitido el portavoz adjunto en el grupo parlamentario, Sergio Rodríguez, y el diputado Agustín Buades, que hasta ahora era presidente del Consejo de Dirección del grupo, después de la crisis interna de finales de enero, cuando cinco diputados rebeldes liderados por la propia Ribas expulsaron a la líder del partido y al presidente del Parlamento balear, Patricia de las Heras y Gabriel Le Senne.
Alegan que la asociación que acaban de lanzar, 'Avanzar en libertad', les exige tiempo y no pueden compatibilizar todas estas obligaciones. Pero todos ellos conservan el acta y continúan como diputados dentro del grupo parlamentario. El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, ha confirmado que la dirección del partido no se las pedirá. «Van a seguir formando parte del Grupo de Vox», ha señalado en rueda de prensa desde la sede nacional.
Fúster ha hecho hincapié en que el cambio de nombres obedece a la «normalidad» del funcionamiento de los grupos parlamentarios, y ha recordado que Ribas, Rodríguez y Buades ahora tienen responsabilidades «divididas»: su trabajo como diputados baleares y en la asociación. En esta línea, ha defendido que continúan siendo «fundamentales» dentro del grupo parlamentario y que trabajarán para cumplir los compromisos adquiridos con el PP en virtud del acuerdo sellado para sostener al Gobierno 'popular' de Marga Prohens en las islas.
«Es lo normal, en otros grupos parlamentarios y en cualquier parlamento siempre hay movimientos, actualizaciones, cambios de portavocía porque es un ejercicio de responsabilidad», ha agregado Fúster, antes de congratularse de que la «normalidad» que ya había en el grupo parlamentario se haya «reforzado» con estos cambios.
CRISIS CERRADA
Vox dio por cerrada la crisis abierta en el grupo a principios de enero, tras alcanzar un acuerdo con los cinco diputados díscolos. En virtud del mismo, Le Senne continúa como presidente del Parlamento balear y el grupo parlamentario volvió a incluirle a él y a De Las Heras. La crisis en Baleares se abrió con la expulsión de Le Senne y De las Heras, pero ya hubo una brecha anterior a raíz del desencuentro entre el PP y Vox por el techo de gasto de los presupuestos de las Islas y una iniciativa para la elección de lenguas en las escuelas.
Los de Santiago Abascal insistían en supeditar su apoyo a los presupuestos a la aprobación de su iniciativa, lo que en última intancia dividió al grupo parlamentario. El desencuentro se llevó por delante a Xisco Cardona, que dejó sus cargos orgánicos en Vox y pasó al grupo de no adscritos en el Parlamento.