El Congreso de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadores de la Enseñanza, integrado por 14 organizaciones de toda España, incluido el STEI, que es el mayoritario en el sector balear, aprobó este fin de semana una resolución unánime contra el plan de elección de lengua del Govern. La propuesta, impulsada por el sindicato balear, reitera las críticas que se han hecho desde que se anunció el plan, como que promoverá la segregación por razón de lengua, que contradice la normativa vigente y que, además, el gobierno de PP, que está en minoría, solamente ha cedido a la obsesión de Vox «para hacer desaparecer la lengua propia».
El texto consensuado, aprobado en un congreso celebrado en Valladolid, también recoge que el modelo lingüístico escolar balear garantiza el aprendizaje en catalán y castellano cuando el alumnado acaba su escolarización obligatoria, y que esta es la única manera de dar a conocer la lengua minorizada, que es el catalán. El plan, insisten, no se justifica con ningún tipo de análisis sociolingüístico; de hecho, la idea del Govern es hacer un estudio una vez se haya implantado el próximo curso esta propuesta en Primaria.
La Confederación ve inadmisible que se destinen 60 millones de euros del presupuesto educativo para este despropósito pedagógico durante el próximo curso, y han recordado, para evidenciar qué supone, que esta partida permitiría contratar 1.500 docentes un año, el 10 % de la plantilla total.
La postura de estos sindicatos es compartida por todo el sector educativo balear, puesto que las entidades más representativas, desde las asociaciones de familias de alumnos a las de directores o el resto de sindicatos de las Islas. Además, el plan incluso descontenta a Escuela de Todos Baleares, la plataforma que presionó al PP, junto a Vox, para impulsarlo.
Visiones enfrentadas
Los colegios de Baleares que se adhieran al plan piloto de elección de lengua del Govern tendrán que ofrecer a partir del próximo curso en castellano o catalán las asignaturas de Matemáticas y Conocimiento del Medio en segundo y tercer ciclo, es decir, entre cuarto y sexto de Primaria. En el curso 2025-2026 esta posibilidad se extenderá a los institutos, de manera que las familias podrán elegir una de las dos lenguas oficiales en dos materias: Matemáticas y Geografía e Historia. También tendrán que escoger uno de estos dos idiomas en las materias de ámbito científico: o Biología y Geología, o Física y Química o Tecnología.
Los centros que estén interesados tendrán que cumplir una serie de requisitos, como que cada clase tenga un mínimo del 20 % de solicitantes para hacer Matemáticas o Conocimiento del Medio en castellano. En la práctica, esto implica que este porcentaje de familias pidan expresamente al centro que sus hijos no den estas materias en catalán.
El conseller d'Educació, Antoni Vera, ha reiterado en muchas ocasiones que en todos los casos se garantizará un mínimo del 50 % de horas electivas en catalán, como exige la normativa educativa vigente. De este cálculo se excluyen las horas de patio y las que los alumnos dedican a las asignaturas lingüísticas. Además, rechaza las acusaciones de segregación al justificar que el plan no lo hará amparándose en un decreto vigente sobre lenguas extranjeras aprobado por el Pacte, bajo la presidencia de Francina Armengol.
Esta norma de 2016 permite que se hagan grupos flexibles, también conocidos como desdoblamientos, para impartir ciertas materias en inglés, alemán y francés. Su argumento es sencillo: si en estos casos, que se están dando desde hace años en diversos centros públicos y concertados de las Islas, no se consideran como segregación, tampoco lo es si se hace con el castellano y el catalán. Equiparar lenguas extranjeras con una oficial, como lo es el catalán en Baleares, es algo que los detractores también creen que es una interpretación errónea.