Los mallorquines viajarán más que nunca esta Semana Santa, según avanza el presidente de la Asociación de Viajes de Balears Aviba, Pedro Fiol. En este sentido, señala que las ventas se han incrementado un 5 %, respecto a 2023, que ya fue «muy bueno»; y destaca que se han superado las registradas antes de la pandemia de la COVID-19. «Tenemos mucha demanda, la gente está muy optimista porque se prevé que la temporada turística sea muy buena», declara.
Los viajes más demandados son los paquetes dinámicos por Europa: Berlín, París, Londres o Viena son algunos de los más reclamados. Fiol apunta que también cogiendo mucho auge ciudades como Estocolmo y Copenhague. Los precios rondan los 600-700 euros por persona, e incluyen vuelos, traslados y hotel de cuatro estrellas con desayuno.
El presidente de Aviba resalta que «para esta Semana Santa también están funcionando muy bien los viajes al Caribe y los cruceros con salida desde el Puerto de Palma». En relación a esto último, resalta que «han tenido tanto éxito que se han habilitado autobuses gratuitos desde diferentes municipios de la Part Forana, que dejan a los cruceristas directamente en el barco para que no tengan que traer sus coches a Palma».
Las últimas nevadas también han animado a muchos isleños a comprar viajes para ir a esquiar en Semana Santa; Andorra es el destino preferente. Además, subraya que están teniendo mucho éxito los vuelos directos a Zagreb (Croacia) y Estambul (Turquía). «Los vuelos directos son la clave de su éxito, ya que son muy cómodos», expone. Los paquetes de cuatro noches con vuelos, traslados y hotel suelen costar unos 800-900 euros. También tienen mucha demanda los viajes a Andalucía y al norte de España. Por el contrario, las Islas no tienen mucho reclamo, ya que los mallorquines suelen decantarse por ellas para fines de semana o puentes no tan grandes. En Semana Santa, al tratarse de más días, aprovechan para realizar viajes más largos.
Preguntado por el perfil de los mallorquines que viajarán a finales de este mes de marzo, explica que se trata de personas que no se dedican el sector servicios, ya que en esos días tendrán mucho trabajo. Por lo general, los compradores de estos viajes vacacionales son universitarios y personas mayores de 55 años.